“Dada la magnitud de los efectos observados, claramente es necesario revertir las restricciones impuestas en las tasas”. Esa es la conclusión que saca la Asociación de Bancos (ABIF), luego de que se conociera que sigue aumentando el número de personas desbancarizadas a más de cuatro años desde que se rebajó la Tasa Máxima Convencional (TMC), interés máximo que pueden cobrar las instituciones financieras por los créditos que entregan.

Esto, considerando que según cifras de la Superintendencia de Bancos (SBIF), las personas excluidas del sistema crediticio formal desde diciembre de 2013 hasta noviembre de 2017 están entre 205 y 275 mil. “La Asociación lo planteó desde el inicio de la tramitación del proyecto de ley que modificó la TMC, ya que era esperable que una fijación de precios como esta afectara negativamente la oferta de servicios financieros”, señala Ricardo Matte, gerente general de la Abif.

En ese sentido, detalla que “como resultado de la restricción impuesta a la TMC, se contrajo de manera sustancial el crédito, especialmente a los segmentos de clientes de menores ingresos que eran los que precisamente se buscaba proteger con este tipo de medidas”.

Con todo, el ejecutivo apunta que además de retrotraer la medida, hay que aprobar un proyecto de deuda consolidada. “Resulta evidente que se debe avanzar en la creación de un Sistema de

Obligaciones Económicas (SOE) que reflejen de manera integral la exposición crediticia de empresas y personas”, comenta.

Lo anterior, puntualiza, considerando que establecer límites a las tasas de interés “genera efectos indeseados en materia de inclusión financiera y este efecto se ve exacerbado por el hecho de que la información crediticia de los clientes se ha mantenido restringida, sin observarse ningún avance en el denominado SOE, y en consecuencia se ha gestado un escenario de tasas restringidas y con información crediticia limitada, con las consecuencias negativas antes señaladas”.

En ese sentido, explica que generar un proyecto de deuda consolidada traería beneficios ante la posibilidad de expandir el crédito, lo que repercutiría positivamente especialmente cuando se trata de clientes con buen historial crediticio.

Adicionalmente, comento que esto permitiría una mejor gestión de riesgo y supervisión del sistema. Sin ir más lejos, el Banco Central destacó este tema en su último Informe de Estabilidad Financiera.

El rango de entre 205 y 275 mil personas desbancarizadas a noviembre de 2017 desde la puesta en marcha de la baja en la TMC, se compara con lo que ocurría a diciembre de 2016, donde las personas que potencialmente excluidas del acceso al crédito se ubicaba entre 151 y 227 mil clientes.

Del total de la cartera de consumo, según la SBIF, el 31% de los deudores mantenía créditos contingentes, “por lo que en la práctica no están excluidos del sistema bancario”, y un 35% de aquellos que estaban en 2016, salió por deuda castigada. En tanto, el 34% restante no presenta crédito contingente ni castigo.

Es justamente en este último grupo donde el regulador apunta que estarían los potenciales sectores desbancarizados, sin embargo, “su salida puede estar explicada por el pago de la deuda o la sustitución de crédito con otros oferentes”, detalla la Superintendencia. Asimismo, las cifras muestran que de estos deudores, en promedio el 15% reingresa al sistema bancario al año siguiente.

Artículo de Mariana Marusic

Fuente:  La Tercera

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