En la “nueva normalidad”, un gran número de empresas está volviendo a abrir sus puertas y solicitando que sus empleados regresen de manera presencial, en base a los planes de retorno definidos. Sin embargo, dada la situación actual, este escenario supone todo un reto para las compañías, por lo que no está demás tomar en cuenta algunos consejos y recomendaciones.

Hay muchas variables que se deben considerar a la hora de tomar decisiones sobre la gestión de las plantillas, una de las principales es la capacidad de los espacios, lo que determinará cuántas personas van a poder estar en las dependencias, cumpliendo las normas de distanciamiento físico, y cuántas podrán desempeñar sus funciones a distancia; como consejo, siempre evaluando la naturaleza de las responsabilidades de cada departamento y posición.

De hecho, de acuerdo a un estudio de Randstad, 75% de las firmas mantendrá el teletrabajo una vez finalizada la crisis: 63% lo hará solo algunos días a la semana y 12% lo implementará a tiempo completo. En relación a las áreas en que más se consolidará el teleworking, el primer lugar lo ocupa Administración & Finanzas, con 82%; seguido por Recursos Humanos, con 71%; y en tercer lugar se posiciona Marketing & Comunicaciones, con 62%; sumando luego a Tecnología (58%), Compras (52%) y Legal (49%).

Al respecto, Claudio Sánchez, branch manager de Randstad, señala que “una empresa de manufactura de alimentos necesariamente debe mantener al personal de producción en la planta para dar continuidad al negocio; no obstante, las áreas de soporte tienen la posibilidad de ejecutar sus funciones desde casa, porque realizan tareas administrativas o, dependiendo del cargo, relacionadas con la estrategia de la compañía; además de solo requerir implementos básicos para su gestión, como computador, celular y acceso a internet”. Al mismo tiempo, entrega algunos consejos para liderar equipos mixtos.

“En ambos casos, la comunicación con los colaboradores es esencial, tanto para saber cómo se sienten, qué piensan y cuáles son sus preocupaciones, como para tratar temas laborales. En este aspecto, se tienen que establecer metas claras, incluso en un entorno cambiante, en el que se están probando nuevas formas de trabajo y en el que se desconoce con certeza qué ocurrirá en el mediano y largo plazo. Sin embargo, un estudio de Randstad realizado a más de 800 personas[2], reveló que 58% considera que su organización ha sido poco eficiente al momento de comunicar lo que se espera de su desempeño y acerca de cómo van a ser medidos mientras están home office, lo que evidentemente tiene que mejorar. Sin objetivos definidos es imposible medir, comprometer y recompensar”, enfatiza.

Asimismo, el ejecutivo da consejos para construir puentes entre los profesionales remotos y presenciales, creando un ambiente colaborativo. “Realizar llamadas o videoconferencias de manera frecuente hará que los empleados se sientan acompañados y puedan resolver rápidamente cualquier duda que les surja a lo largo de la jornada laboral. Las cadenas de correo electrónico, aplicaciones de mensajería instantánea o de videoconferencia también son útiles para generar conversación y forjar un sentimiento de unión entre compañeros”, asegura. “Con tantas personas trabajando en diferentes lugares y momentos, los líderes deben abrir la mente y probar distintas formas de hacer las cosas, implementando nuevos protocolos y herramientas. De esta manera, tanto las jefaturas como los equipos tendrán espacio para innovar y descubrir maneras de operar más eficientes”, dice.

Por último, hay que tener presente que la flexibilidad es imprescindible en situaciones como esta y que es fundamental estar dispuesto a modificar lo que sea necesario para lograr un funcionamiento óptimo. “Es preciso contar con una estrategia sólida que asegure que el negocio no se va a debilitar y que la producción va a permanecer inalterable. Se puede comenzar incorporando parte de la plantilla y observar cómo se van adaptando para diseñar las siguientes etapas. Se pueden tomar las primeras fases de regreso como una prueba, ya que es el mejor momento para observar qué funciona bien y qué no. Esta también esta es una buena instancia para rediseñar los espacios con el objetivo de cumplir correctamente las regulaciones gubernamentales y las normas de distanciamiento social, pero además para modernizar el entorno y redefinir el estilo de trabajo, con lugares más abiertos y colaborativos”, concluye.

Fuente:  Randstad Chile

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