A fines de octubre vence el plazo para que el 90% de los cajeros automáticos de la banca cumpla con las medidas de seguridad que exige el Decreto 222 emitido en 2013. A pocas semanas de que se cumpla el límite, los bancos están cumpliendo.

Según datos entregados por el Ministerio del Interior, a partir de los antecedentes informados por el OS10 de Carabineros, al 31 de agosto ya había 6.906 cajeros automáticos cumpliendo los estándares de la normativa. Es más, al comparar esta cifra con los 7.707 ATM que registraba el país a julio, el nivel de cumplimiento asciende al 90%.

La ejecución de la norma, se produce en un escenario de disminución de cajeros automáticos. Esto, considerando que ya van cinco meses consecutivos en que los dispensadores del país no hacen más que caer, perforando mes a mes sus propios mínimos históricos, al menos desde que la SBIF comenzó a llevar registro en 2012. En el año anotan una caída de 3,3% (ver gráfico).

¿Por qué se hunde el número de estas máquinas? Con el Decreto 222 la banca se vio obligada a aumentar las medidas de seguridad ajustándose “a nuevos y más altos estándares”, debiendo cumplir con plazos para instalar sistemas de transmisión de imágenes, cámaras HD, alarmas, entre otras medidas, provocando mayores costos para la industria, por lo que mantenerlos en funcionamiento no es igual de fácil que antes.

Aunque el costo ha subido, las medidas implementadas estarían rindiendo frutos: los robos de dispensadores están en niveles mínimos desde que hay registros. Al menos así lo demuestran las cifras recopiladas por el Ministerio del Interior a partir de los antecedentes informados por el OS10 de Carabineros, que al 30 de septiembre de este año dan cuenta de una baja de 52,3% en los hurtos, al comparar los datos con los cajeros robados en igual período de 2016.

De este modo, al sacar un promedio, de cada 100 cajeros funcionando en el país, sólo 1,1 ha sido robado entre enero y septiembre de este año. Esta cifra se compara con los 2,2 dispensadores que fueron hurtados en igual período del año pasado, los 1,4 ATM siniestrados en 2015, y los 3,9 de 2014.

Es más, los robos efectivamente consumados representan una parte minoritaria del total de cajeros robados, ya que suman 19 a septiembre de este año, equivalentes al 22,9% (ver gráfico).

Desde la Subsecretaría del Interior advierten que las medidas de seguridad y la reducción de los tiempos de respuesta de las policías han contribuido significativamente a alcanzar estos bajos números.

Cajeros bajan, efectivo no

Pese a que los cajeros disminuyen, el efectivo es el instrumento más usado del país como medio de pago (88%), con los cajeros automáticos (73%) como el canal que más se utiliza a nivel nacional para este fin, según señaló en diciembre del año pasado la SBIF en la ‘Encuesta de medición de capacidades financieras en los países andinos: Chile 2016’, en base a datos de Ipsos.

Considerando la relevancia del efectivo, y que los cajeros disminuyen en medio de los mayores costos que exige a la banca el decreto 222, la industria ha buscado canales alternativos de abastecimiento de efectivo. El mejor ejemplo lo constituyen los terminales de punto de venta (POS) habilitados para entregar vuelto en efectivo al pagar con tarjeta en el comercio, que según cifras de Transbank se han incrementado en 4,3% entre diciembre de 2015 y abril de este año, pasando 7.044 puntos a 7.373.

Artículo de Mariana Marusic

Fuente:  Pulso

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