Aumentar la tasa de ahorro -tanto obligatorio como voluntario- e incentivar una mayor cotización, son parte de los lineamientos principales del proyecto (boletín 12212) presentado por el Gobierno que modifica el actual sistema de pensiones y que analiza la Comisión de Trabajo de la Cámara.
Los primeros aprontes de la iniciativa fueron entregados por los ministros de Hacienda, Felipe Larraín, y de Trabajo, Nicolás Monckeberg, en la sesión del pasado 19 de noviembre. Ayer, las autoridades continuaron entregando especificaciones sobre esta propuesta.
“Este proyecto no entra en la discusión de ‘No Más’, este proyecto son sí más y mejores pensiones. El objetivo central de este gobierno es mejorarle las pensiones a todos los chilenos, partiendo por las familias más vulnerables”, señaló el ministro de Trabajo.
El proyecto considera un aumento del 4% de la cotización, que en el caso de trabajadores dependientes será de cargo al empleador. Este incremento será gradual en un plazo de siete años y se podrá decidir si una parte o el total va destinado a la nueva figura de Planes de Ahorro Complementario para Pensio´n.
El proyecto pretende aumentar las pensiones autofinanciadas de toda la población en el mediano plazo, con un foco especial en las mujeres. Además, se propone mejorar la protección de adultos mayores dependientes funcionales severos y fomentar la competencia, transparencia y fiscalización del sistema de AFP.
En el caso de la Pensión Básica Solidaria (PBS), el ministro Felipe Larraín explicó que “van a tener un incremento que va entre el 10% y el 15% en impacto al momento de aprobarse la reforma” y que se proyecta que gradualmente alcance un 49,65%, en 2024.
También se aumentaría la Pensión Máxima con Aporte Solidario (PMAS) de acuerdo a la edad de los beneficiarios. El incremento sería de un 15% en 2020, llegando a un 56,46% en 2024.
La propuesta considera, además, un perfeccionamiento en los incentivos de ahorro voluntario, por ejemplo, autorizando realizar aportes a favor de cónyuge, conviviente civil o hijos. También se pretende fomentar la postergación de la edad de jubilación, permitiendo el retiro del 50% de la diferencia entre el capital acumulado a la fecha y el capital necesario para financiar la pensión de vejez que habrían obtenido a la edad legal.
Reacciones
Desde el oficialismo se valoró que el proyecto tome muchas cosas de la anterior propuesta de la Presidenta Michelle Bachelet, otras nuevas y otras que se podrán plantear por parte de los parlamentarios. “Pero siempre en un objetivo común: que los chilenos no pueden esperar un día más para empezar, después de décadas, a mirar con mejor futuro las pensiones”, destacó el diputado Patricio Melero (UDI).
Sin embargo, para el presidente de la Comisión, diputado Gastón Saavedra (PS), el gobierno estaría sobrealimentando expectativas.
“Hay que entender que se está hablando, en términos reales y concretos, del aumento en el Pilar Solidario de $11.000. Entonces, cuidado con las cosas que se apuestan porque si se quiere mejorar la vida de adultos mayores a largo plazo, este tema hay que estudiarlo por separado”, cuestionó el diputado socialista.
Otra crítica que se realiza desde la oposición es que el proyecto no sería una reforma al sistema de pensiones, sino que un perfeccionamiento.
“No cambia nada del modelo existente, sino que lo profundiza. Profundiza la capitalización individual que ha sido parte del malestar de la ciudadanía que se ha manifestado en las calles”, criticó la diputada Gael Yeomans (FA), agregando que “hoy no tenemos un modelo de seguridad social en nuestro país”.
Complementando esta evaluación, la diputada Alejandra Sepúlveda (FRVS) señaló que “este es un fracaso para el Gobierno, porque no asume el diagnóstico ni la realidad de lo que está pasando. El sistema de AFP fracaso en Chile”.
La diputada señaló además que insistirán en la creación de una administradora de fondos de pensiones pública.
Fuente: Departamento de Estudios Transtecnia