[A juicio de María Magdalena Brzovic, presidenta de la Comisión Tributaria de la Cámara Nacional de Comercio (CNC) y socia de Brzovic Abogados, aún no se ven todos los efectos de la reforma tributaria, anticipando que en abril del próximo año muchos contribuyentes observarían dificultades en la Operación Renta. Asimismo, descartó como positiva la idea de subir impuestos a las empresas y también al 1% más rico de la población.

¿Cómo evalúa hasta ahora la implementación de la reforma tributaria impulsada por el gobierno?

Esta ley tenía tres grupos de normas. Unas que entraban a regir de inmediato, otro que comenzaron a partir del 1 de enero de 2015 y otro grupo a partir del 1 de enero de 2017, primer año tributario 2018 y eso es todavía lo que no hemos visto los efectos reales. El primer grupo funcionó sin problemas. Con el segundo grupo sí nos afectó, en el sentido de que todas las empresas que eran 14 ter, y tuvieron que emigrar del sistema tuvieron que ir a un régimen de contabilidad completa, y traían un montón de utilidades acumuladas que el SII incluso a través de su página web invitaba a emigrar al 14 ter desde el 14 quater y 14 bis. La gente lo hizo, pero no tuvo en consideración que todas esas utilidades que estaban pendientes al entrar en este nuevo régimen tenían que ponerse al día con el global complementario. Y eso significó que a mucha gente en el F22 de 2015 se le hizo una propuesta que se les cayó el pelo, porque jamás pensaron que tendrían que pagar el global complementario por toda la renta que envían acumulando en estas empresas. El sistema quedó con tal complejidad, tanta confusión de normas y plazos, que el cumplimiento será muy difícil.

Hay varias propuestas de candidatos de modificar el sistema, partiendo por las tasas a las empresas.

El tema de la tasa siempre es complicado, porque somos uno de los países que tiene la tasa de primera categoría más alta de la Ocde, el promedio está entre 24% y 25%, por lo que la tasa del 27% que es la que comienza a regir el próximo año es muy “acogotadora” y uno ve a los empresarios vueltos locos porque la mayoría de ellos optó por el régimen parcialmente integrado, que necesariamente trae aparejado una tasa más alta que el atribuido que es de 25%. Además, las Sociedades Anónimas no pueden acceder al régimen atribuido, que es el que tiene el 25%, entonces obliga ir a un régimen de 27%. Y esto analizando solo el impuesto de primera categoría, porque nos falta el tema de la integración o desintegración. Es una tasa muy alta de impuestos.

¿Entonces comparte la propuesta de una reducción de este impuesto?

Siempre una baja de impuestos es una buena noticia para los empresarios. En el caso de EE.UU., la única manera de que los empresarios volvieran a producir a su país era con tasas más bajas, lo mismo ocurrió en Francia, entonces creo que nosotros no necesitamos inventar la rueda. A medida que se tiene una tasa más baja de impuestos, incentiva sobre todo a los capitales extranjeros a venir a Chile y a los mismos empresarios. Ojalá tengamos la menor tasa a nivel de empresas posible y con un sistema de control muy estricto para que no haya evasiones, si finalmente lo que deberíamos tener es un buen sistema de control más que tasas más altas.

¿Eso no complicaría al Fisco en término de recaudaciones, sobre todo en estos tiempos?

Es que se puede establecer durante los dos primeros años de gobierno una tasa de 50% a las empresas, tendré plata para financiar mi programa de gobierno y sociales esos dos años, pero después voy a repartir pobreza. Ya no habrá ingresos por lo que en el tiempo eso no es sostenible. Subir impuestos a las empresas es una medida muy populista, que sirve para atraer votos, financiar un proyecto de muy corto plazo y después el descalabro.

La candidata Beatriz Sánchez planteó un alza de impuesto al 1% más rico…

Eso es desquiciado. En temas de impuestos al patrimonio siempre he sido muy contraria, nosotros tenemos impuestos al patrimonio en nuestra legislación, la contribución de los bienes raíces y el impuesto a la herencia que son bienes sobre los cuales la gente ya ha tributado, ha pagado sus impuestos. Son odiosos, la experiencia internacional muestra que donde ha habido estos impuestos, hay más fuga de capitales que recaudación. Es una medida desquiciada y no puedo estar más en desacuerdo.

Otro debate abierto es un sistema integrado versus uno desintegrado ¿Cuál considera mejor?

No sé si hay uno más correcto que otro, pero sí hay sistemas de acuerdo a lo que creemos es más beneficioso. Creo en el modelo integrado porque es cosa de revisar la historia. Desde 1984 hasta el 2014, desde todos los sectores validan el modelo y reconocen que Chile logró lo que logró gracias a su economía, y parte importante de la economía son sus impuestos. Entonces me parece que el sistema integrado es muy conveniente, sobre todo cuando a los empresarios se les permite dejar las utilidades que no se consumen dentro de la empresa sin pagar impuestos. Eso permite tener capital de trabajo y no incentivo para que se lleven la plata.

¿Ya vimos todos los efectos de la reforma?

No. En abril de 2018 vamos tener a todos los contribuyentes llorando, porque ahí se verá realmente el efecto del sistema semi integrado.

¿Qué propuestas están viendo desde la CNC?

Estamos analizando que cuando Aylwin llegó al poder en 1990 estableció una norma de amnistía para quienes debían impuestos. Con la cantidad de plata que hay en discusión, con todo el trabajo que hay en los tribunales tributarios, se libera una gran cantidad de plata si logramos que esta norma de amnistía le permita a los contribuyentes que estaban morosos se puedan poner al día. Entonces estamos viendo establecer prescripciones de obligaciones tributarias que llevan más de 10 años, que se condonen los intereses y multas y se congelen intereses, y así limpiar el contingente de deudas pendientes.

Artículo de Víctor Petersen

Fuente:  La Tercera

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