El dilema de la inconsistencia
Imagina la siguiente situación:
📌 El gerente presenta un informe al directorio que muestra un margen bruto espectacular.
📌 Un director escéptico pregunta: “¿Estos datos coinciden con la contabilidad oficial?”
📌 De pronto, aparece una inconsistencia: los datos del software contable no cuadran con la planilla.
Y aquí viene la gran pregunta: ¿Arreglan la planilla o la contabilidad?
En muchos casos, se ajusta la planilla para “salvar la presentación” y evitar problemas. En el peor escenario, se presiona al equipo contable para ajustar los registros contables a lo que dice la planilla, desvirtuando por completo la contabilidad.
¿Cómo asegurarse de que “le estén contando la verdad”?
Exija que los informes estratégicos provengan del software contable oficial, con respaldo y trazabilidad. Obligue a que cualquier presentación estratégica sea conciliada y auditada con la contabilidad. Limite el uso de planillas electrónicas a reportes complementarios, pero nunca como fuente principal de información. Promueva una cultura de transparencia y control, donde las cifras no se ajustan para “cumplir con las expectativas”, sino que se presentan como son, con sus fortalezas y debilidades.
Conclusión
El verdadero control no es confiar ciegamente en un informe, sino exigir que la información provenga de registros contables trazables y consistentes. Confiar sin verificar es abrir la puerta a manipulaciones y decisiones estratégicas erróneas. La contabilidad es el lenguaje de los negocios: no podemos permitir que las planillas electrónicas distorsionen ese lenguaje y nos lleven a decisiones basadas en cifras ajustadas y no en la realidad.
¿Está seguro de que le están contando la verdad? Exija control y trazabilidad. Su negocio depende de ello.