
El valor de la creatividad en el éxito empresarial
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En las oficinas contables, el miedo al cambio y la espera eterna se han convertido en un costo invisible. Decidirse es hoy el primer acto de transformación.
La resistencia al cambio no siempre se expresa en rechazo abierto. A veces adopta la forma más peligrosa: la postergación. Muchas oficinas contables no niegan la digitalización, simplemente la aplazan. Esa inercia emocional “la procrastinación organizacional” es el obstáculo más grande para su evolución.
Toda transformación comienza con una decisión.
Pero en el mundo contable, esa decisión parece congelada.
Miles de oficinas siguen en estado de espera, observando cómo el mercado cambia, mientras ellas continúan con procesos manuales, sistemas antiguos y la esperanza de que “aún no sea necesario cambiar”.
Eso no es prudencia; es procrastinación colectiva.
Posponer la transformación digital se ha vuelto un hábito peligroso, una forma de autoengaño que posterga el futuro y protege la comodidad del presente.
Las oficinas contables no se resisten por ignorancia, sino por emoción.
El cambio las confronta: implica soltar lo conocido, aprender lo nuevo y confiar en un modelo donde la tecnología se convierte en socio y no en amenaza.
Pero cada día que se posterga el salto digital, su competitividad se erosiona.
Los clientes avanzan, los procesos se automatizan, la información se mueve más rápido.
Y la contabilidad que no evoluciona, se vuelve invisible.
La procrastinación contable se disfraza de frases razonables:
“Estamos evaluando”.
“Aún no es prioridad”.
“Funciona bien así, no hay urgencia”.
Pero detrás de esas frases hay un miedo no resuelto: el miedo a dejar de ser útil en un mundo que ya cambió.
Decidirse no es tenerlo todo claro, es tener el valor de dar el primer paso.
Las oficinas que se atreven a migrar hacia modelos Fintech Contables descubren que el cambio no era tan complejo como imaginaban, y que los beneficios “eficiencia, trazabilidad, información en línea” son inmediatos.
Las demás seguirán esperando, hasta que descubran que no postergaron una tarea, sino su lugar en la historia.
“El futuro no castiga a quien se equivoca al cambiar; castiga a quien se paraliza esperando.”
Autor: Jorge Valenzuela F.– Gerente General y Fundador de Transtecnia S.A.
de contabilidad, temas laborales, educación, tributarios e innovación

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