Solo tres meses alcanzó a durar la inflación dentro del rango de tolerancia del Banco Central (entre 2% y 4%), luego de que ayer el INE informara que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) anotó un avance de 0,2% en marzo, dejando el dato interanual en 1,8%.
El registro -el más bajo para el tercer mes del año desde 2012 cuando también fue 0,2%- se ubicó por segunda vez consecutiva por debajo de las expectativas del mercado, que estimaban un 0,3%. En esta línea, las alzas de precios tradicionales para este mes, debido a su estacionalidad, no pudieron compensar bajas presiones en otros ámbitos, como Transportes y Alimentos.
Según el ente estadístico, si bien el componente de Educación avanzó 3,8% (impulsado por el alza de 4,2% de Enseñanza universitaria), la división Transporte se contrajo 1,6%, mientras que Frutas y Verduras Frescas cayeron 0,1%).
En este sentido, el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, destacó que “una inflación baja y un mayor crecimiento económico son una combinación virtuosa”.
Se retrasa el alza. En este escenario, los analistas del mercado no solo coincidieron en que definitivamente la inflación no convergerá al 3% este año, sino que sostuvieron que la Tasa de Política Monetaria (TPM) se mantendría en su nivel actual por un tiempo mayor al estimado previamente por el BC.
A juicio de Waldo Riveras, economista de BBVA Research, “si el BC pensaba desplegar un alza de 25 puntos base en la TPM hacia fin de año, deberá nuevamente, como ha sido la tónica de todo este ciclo de desaceleración económica, ajustar su pendiente de normalización y dejar de lado la ansiedad por normalizar”. Al respecto, subrayó que si bien ven difícil que el Consejo se incline por recortes, “sí vemos espacio para una prolongada mantención de la TPM”.
Mientras que Itaú, afirmó que “dado que se espera que la inflación alcance 2,5% en diciembre, manteniéndose por debajo de la meta del 3%, es probable que el BC mantenga las tasas este año”.
Asimismo, Benjamín Sierra, economista jefe de Scotiabank, señaló que “en cuanto a la política monetaria, este resultado específico respalda un período relativamente largo de estabilidad”.
Por último, Santander destacó, tras corregir la baja su estimación de IPC para el año hasta 2,5%, que ante este escenario “lo más probable es que el instituto emisor se incline por comunicar que mantendrá por más tiempo la tasa en 2,5%”.
Siguen las sorpresas. De todas formas, la nueva sorpresa inflacionaria registrada en el país, no es la única en la región. Así lo evidenció el Índice de Sorpresas Inflacionaria (Inflationary Surprise Index) de banco Itaú, que en su último reporte publicado esta semana, informó que el indicador se redujo a -0.05 en marzo, desde 0.00 en febrero.
En este sentido, el reporte destacó que “el subíndice brasileño se cambió de lado, ya que los datos de inflación coincidieron virtualmente con las expectativas de los analistas. De hecho, el desglose de las publicaciones oficiales de inflación no reveló grandes sorpresas y, en general, confirmó las perspectivas de inflación favorables”.
En cuanto a México, sostuvo que “el índice se moderó un poco, pero se mantuvo por encima de cero, ya que la inflación quincenal de la primera mitad de marzo excedió”.
Mientras, en el caso de nuestro país, comentó que “el índice de sorpresas chileno volvió a caer en territorio negativo, ya que el fortalecimiento del peso y una brecha de producción aún amplia, mantienen a raya las presiones inflacionarias”.
Artículo de Víctor Petersen
Fuente: Pulso