La Cámara Chilena de la Construcción (CChC) lanzó una propuesta que apunta a reemplazar el actual incentivo tributario sectorial contemplado en el proyecto de modernización tributaria del Gobierno por otro que exima de IVA a la venta de viviendas de hasta 2.400 UF, medida que deriva de la reforma de 2014. Así, explica, se favorecería a los compradores de viviendas más económicas y no de hasta 7 mil UF.
El gremio señala que el proyecto de modernización del sistema tributario presentado por el Gobierno incluye extender el crédito especial para la construcción de viviendas -actualmente equivalente al 65% del IVA para unidades de costo de construcción de hasta dos mil UF- a inmuebles con un costo de edificación de hasta cuatro mil UF, pero por un monto equivalente al 45% del IVA para ese nuevo tramo. Esa iniciativa ha sido rechazada por el bloque político de la oposición.
El presidente de la CChC, Patricio Donoso, señala que “como gremio, y tal como lo hemos señalado desde que se anunció el envío al Congreso del proyecto de ley respectivo, compartimos plenamente la preocupación del Gobierno por simplificar el sistema tributario y, en particular, por implementar medidas que ayuden a mitigar el aumento del precio de las viviendas, el que, por ejemplo, solo en el caso de la Región Metropolitana prácticamente se ha duplicado en los últimos diez años, muy por sobre el incremento de las remuneraciones reales en igual período”.
Añade que “esta situación está haciendo que, para un creciente universo de personas y familias, especialmente de los segmentos emergentes y medios de la población, sea cada vez más difícil concretar lo que hoy sigue siendo el sueño de la casa propia”.
Pero el timonel de la CChC indica que la medida anunciada, si bien ayudaría a disminuir los costos de construcción, tendría un impacto marginal, considerando la magnitud del problema que busca atacar. Explica que solo comenzará a producir efectos en viviendas con un precio de venta de alrededor de tres mil UF, aumentando progresivamente hasta alcanzar su mayor impacto, que podría equivaler a una reducción de casi 6% del precio final de la casas y departamentos, en unidades con un valor de comercialización en torno a las 3.500 UF.
Luego -agrega- los efectos de la medida se vuelven decrecientes y se extinguen para viviendas de más de siete mil UF, aproximadamente. Esto ayudaría a los grupos medio-altos que adquieran una vivienda, afirma.
Por lo anterior, y con el objetivo de focalizar el beneficio y ayudar a mitigar el alza del precio final de las viviendas en el marco de una modernización tributaria, Donoso señala que “proponemos, en reemplazo de la medida presentada por el Gobierno, una iniciativa que busca específicamente reducir el impacto que tiene en los compradores el pago de IVA a la venta de viviendas, tributo que fue incorporado por la reforma de 2014 y que, equivocadamente a nuestro juicio, le dio a la venta de viviendas el mismo tratamiento tributario que al de cualquier bien de consumo”.
La propuesta consiste en que todas las viviendas “subsidiables”, es decir, que cumplan con los requisitos para ser adquiridas en su totalidad o en parte con el apoyo de un subsidio del Estado y que suelen tener un precio de venta que no supera las 2.400 UF, queden exentas del pago del mencionado gravamen, “sean o no adquiridas finalmente con subsidio”, acota.
Del total de casas y departamentos nuevos comercializados en 2018, el 44% corresponde a unidades de menos de 2.400 UF. Hoy solo las viviendas que son compradas con subsidio habitacional no pagan IVA al momento de la compraventa.
Lo anterior, afirma Donoso, discrimina a quienes no poseen dicha ayuda estatal, pero buscan comprar un inmueble de similares condiciones.
Sergio Urzúa, economista de Clapes-UC, propicia uso compartido de datos entre entidades del Estado para diseño de políticas públicas.
Artículo de Marco Gutiérrez V.
Fuente: Economía y Negocios