En cierta etapa de nuestras vidas, cuando ya hemos recorrido un largo camino lleno de experiencias extraordinarias, nos preguntamos: ¿cómo viviremos nuestro último tiempo?, ¿cómo viviremos el resto de nuestra vida? Considero que el momento de jubilar nos llegará a todos; nadie sabe el tiempo faltante para que esta etapa se materialice. La sabiduría de la vida nos permite, en este punto, tomar las cosas con más sosiego, a pesar de lo escaso que pudieran ser estos tiempos, siendo un poco ajeno a la inmediatez en que vivimos.
En cierta etapa de nuestras vidas, cuando ya hemos recorrido un largo camino lleno de experiencias extraordinarias, nos preguntamos: ¿cómo viviremos nuestro último tiempo?, ¿cómo viviremos el resto de nuestra vida? Considero que el momento de jubilar nos llegará a todos; nadie sabe el tiempo faltante para que esta etapa se materialice. La sabiduría de la vida nos permite, en este punto, tomar las cosas con más sosiego, a pesar de lo escaso que pudieran ser estos tiempos, siendo un poco ajeno a la inmediatez en que vivimos.
En mi caso, como emprendedor, me pregunto: ¿valdrá la pena jugársela por última vez?, ¿valdrá la pena intentar crear e innovar en algo que genere una nueva historia después de mi partida?, ¿la innovación será algo solo de jóvenes?, ¿no se supone que es cuando adultos en que estamos en la mejor etapa de nuestra madurez? Sé que puede ser desafiante lograr el éxito en un proyecto de innovación. Estoy seguro de que asumir un proyecto con estas características será una de las cosas más importantes que haga en mi vida, el creer que se puede, refleja ser honesto con el espíritu de emprendedor e innovador. Es en ese sentir, justo ahí, donde me surge y refuerza el deseo de terminar con un comienzo.
En mi historia como empresario, he tenido la suerte y capacidad de crear e impulsar una pequeña industria del software tributario en Chile. Hace más de treinta años, nadie imaginaba que el “Formulario de declaración de impuesto a la renta” podría “imprimirse” directamente desde un computador, así como tampoco imaginaban la posibilidad de hacer un software que permitiera llevar el registro del famoso F.U.T., eliminando muchas de las complicaciones que significaba llevar este registro. Recuerdo cuando le dije a Hugo Contreras, quien fue uno de los grandes expertos de esa época, que uno de mis sueños e intenciones era hacer un software para llevar el F.U.T. Me dijo: “te volviste loco”; su duda, no le permitió visualizar esta idea innovadora para su momento.
¿Qué significa terminar con un comienzo?
Significa luchar hasta el último aliento por lo que te parece posible, por crear algo que perdure, que ojalá trascienda más allá del término de una historia, más allá del término de nuestra vida, algo que sea útil a las personas y ayude a mejorar procesos, hacernos más productivos y felices en nuestros trabajos.
Siento que, al igual a lo ocurrido hace treinta años con el F.U.T., cuando nadie creía que era posible “simplificar” los procesos tributarios a través de un software, lo mismo cuando nadie imaginaba posible reemplazar la máquina de escribir y el papel calco para confeccionar el formulario 22, pudiera ser reemplazado por tecnología “computacional”.
Al igual que hace treinta años, hoy pocos se imaginan que los contadores serán profesionales importantes en la gestión de las empresas; seguramente, gran parte de ellos seguirán pensando que son un “mal necesario”. Del mismo modo, nadie está pensando en lo útil y necesario que es la contabilidad en las empresas. Una muestra de ello: el gobierno ha manifestado su intención en reiteradas oportunidades en simplificar o sustituir la contabilidad; de hecho, una de las principales “ofertas” de la reforma tributaria dice relación a no llevar contabilidad o sustituirla con el propósito de eliminar la complejidad tributaria (art.14 ter); todo esto, como si la culpable de la complejidad tributaria fuera la contabilidad. Qué miopía más grande, qué ignorancia más profunda. Es como pensar que, dada la complejidad de las enfermedades, a los médicos habrá que reemplazarlos y la medicina habrá que simplificarla por sistemas menos sofisticados.
La contabilidad es la principal y única herramienta financiera que permite medir, controlar y gestionar su negocio. No existe nada que la pueda sustituir.
El mundo es cada vez más complejo, exigente y los negocios, junto a los sistemas de tributación, son más globales y diversos. Es aquí con mi espíritu de emprendedor que aportará con un proyecto de innovación, proporcionando herramientas digitales que ayudarán a la gestión y toma de decisiones en este mundo financiero.
Jorge Valenzuela F.
Gerente Comercial y Socio de Transtecnia
Así da gusto, siempre vigente. Recuerdo perfectamente el comienzo….Un abrazo desde el sur de Chile que te vio nacer como empresario
Estimado Jorge , te felicito por tu constante aporte a nuestra profesión y que de alguna forma todos hemos colaborado con algún granito en el desarrollo de tus productos. Soy testigo de tu calidad de emprendedor innato desde tus inicios cuando nos hacías sudar con cada cambio de versión en ese disquete 5 1/4 entregabas en el periodo de Rentas. Un abrazo y éxito