Según informó el SII en su sitio institucional, con la incorporación de las microempresas rurales, a partir del 1 de febrero de 2018, todas las empresas del país deberán facturar electrónicamente. El número de contribuyentes que deben incorporarse en esta última etapa asciende a 94.705, de los cuales ya lo ha hecho un total de 46.358.
Con esto culmina el proceso de incorporación paulatina de los distintos segmentos de empresas a la obligatoriedad de emitir facturas de forma electrónica, establecida en la Ley 20.727 de 2014, en función de los ingresos percibidos durante el año calendario anterior o si la empresa se encuentra en zona urbana o rural.
Cabe recordar que una microempresa es aquella que tiene ventas e ingresos anuales menores a 2.400 UF.
“Es muy importante que las microempresas rurales, que todavía no se hayan inscrito, lo hagan a la brevedad, ya que deberán emitir sus facturas en formato electrónico a partir del 1 de febrero. Operar con este sistema, junto con constituir una obligación legal, implica múltiples ventajas para las empresas, por lo que el llamado es a no esperar el último momento y no exponerse a las multas por emitir documentos en papel”, enfatizó la Subdirectora de Asistencia al Contribuyente, Verónica Valle.
La incorporación del segmento de microempresas rurales implica que todas las empresas del país deberán emitir sus facturas electrónicamente, ya que los contribuyentes que estaban exceptuados por pertenecer a zonas de catástrofe y que corresponden a las regiones de O´Higgins, Maule, Biobío y La Araucanía, terminan su prórroga en el mes de enero.
“Como Servicio, durante todo el proceso de incorporación gradual a la factura electrónica, hemos acompañado a los contribuyentes, a través de un plan transversal de apoyo y facilitación, que incluyó la publicación de un Portal de Factura Electrónica, charlas y asistencia personalizada en nuestras unidades, soporte telefónico ininterrumpido, cursos e-learning y una plataforma gratuita para la emisión de facturas electrónicas, la cual es utilizada por el 90% de los contribuyentes”, agregó la Subdirectora de Asistencia al Contribuyente.
Entre las ventajas de la facturación electrónica está que las empresas ya no deben realizar el timbraje en las Oficinas del SII, lo que implica un beneficio importante, sobre todo para las Pymes, en las que generalmente la persona que va a timbrar es la misma que cumple otras funciones. A ello, se suman mejoras en los procesos de negocios, ya que disminuye sustantivamente los costos del proceso de facturación y los tiempos de emisión y recepción de documentos, generando el aumento de productividad y competitividad de las empresas.
Además, su uso genera ahorros en costos por impresión, despacho y almacenamientos de documentos tributarios, el que no solo se produce por la emisión, sino que también en la recepción electrónica de documentos. Además, difiere el pago del IVA del día 12 al 20 de cada mes al pagar por Internet y simplifica el cumplimiento de otras obligaciones tributarias.
A la fecha, en nuestro país más de 682.000 contribuyentes son facturadores electrónicos. De ellos, más de 613.000 operan con el sistema gratuito del SII y más de 69.000 lo hacen con un sistema propio o de mercado.
Actualmente, el 99% de las facturas que se emiten en Chile son en formato electrónico.
Fuente: Departamento de Estudios Transtecnia