Con 59 años de historia, el Colegio de Contadores de Chile se ha establecido como una institución la cual promueve la racionalización, desarrollo y protección de las actividades de los contadores.
Históricamente, el Colegio se ha caracterizado por entregar capacitaciones a sus colegas y velar por la ética de los profesionales. Sólo entre 2015 y 2016 se capacitaron entre 25.000 y 30.000 contadores colegiados gracias a un convenio logrado con el Ministerio de Hacienda y el Servicio de Impuestos Internos (SII).
La Nación conversó con el Vicepresidente de Desarrollo Profesional del Colegio de Contadores, Edgardo Ozimica y con Mario Alvarado, Director Académico del Instituto de Investigación y Desarrollo Profesional (INDEP) del Colegio de Contadores, para charlar del futuro y las actividades del colectivo.
– ¿En qué posición se encuentra el Colegio de Contadores en 2017?
“Es importante señalar este punto. A raíz de la nueva ley de Asociaciones Gremiales en la que se le quita la potestad a los colegios profesionales de ser empresas de derecho público, los colegios se vieron bastante disminuidos en el número de asociados o colegiados. Cuando se produce este cambio la asociación tenia alrededor de 24.000 contadores colegiados. Hace tres años cuando empezamos a retomar con fuerza la capacitación, eran 3.900 colegiados, actualmente superamos los cinco mil.
Estamos en una segunda etapa que empezamos este año. Se trata de cursos financiados por el Colegio, absolutamente gratuitos, a lo largo de todo Chile en las 42 sedes con que contamos. Ha sido un éxito total, con muchos participantes -estos cursos estarán disponibles entre julio y diciembre- y esperamos capacitar a más de 3.000 personas este segundo semestre de forma gratis y el próximo año repetir estos cursos”, indicó Edgardo Ozimica.
– ¿Cómo se ha abordado la globalización de las normas financiero-contables que ahora rigen en Chile?
“A raíz de la ley 13.011 -que le da vida al Colegio de Contadores- se indicaba que era el Colegio quien dictaba las normas contables en Chile. Desde 1958 a 2009, el Colegio dictó las normas contables en el país y que ahora se implementen las normas internacionales en el país es producto de la globalización. La idea es que todos hablemos el mismo idioma, cosa que un balance se pueda interpretar de la misma forma.
Todavía no se han implementado como debería ser. Sin ir más lejos, la Contraloría General de la República está implementado una campaña bastante fuerte para que el próximo año todas las empresas públicas empiecen a presentar su información bajo las normas IFRS (International Financial Reporting Standards)”, agregó Edgardo Ozimica.
Es importante señalar que en Chile sólo es obligatorio desde el punto de vista coercitivo, para las sociedades anónimas abiertas quienes son fiscalizadas por la SVS. El resto de empresas (casi 700.000) si es cierto que es obligatorio, pero no todas las realizan, especialmente las más pequeñas, ya que no es obligatorio, pero si es necesario saber que los normas contables con las cuales se preparaban los estados contables fueron reemplazadas por las IFRS.
– ¿En qué consiste el libro financiado por INDEP sobre las normas IFRS?
“Las IFRS sirven para estandarizar toda la información a nivel global. En ese ámbito, la próxima semana estaremos en condiciones de presentar la publicación respecto a las IFRS.
También lanzaremos otro texto respecto a las NIC (Normas Internacionales de Contabilidad) del sector público, que es un tema en el cual en este momento hay muy poco. El sector público es un tanto reacio a la globalización de las normas, pero ya la Contraloría sacó en 2015 una resolución, la cual establece que es obligatorio que todas las instituciones públicas deben aplicar las NIC del sector público”, señaló Mario Alvarado.
– ¿Habrá un anuncio sobre la “Nueva ley del Contador”?
“Actualmente no hay una ley del Contador Profesional, como por ejemplo lo tienen los médicos. Estamos haciendo un trabajo en conjunto con la Universidad de Talca, quienes nos van a presentar un pre proyecto para ver con los parlamentarios y el gobierno (de turno), de modo de presentar una ley del contador, es decir una ley que regule la profesión del contador en Chile. En dicha ley quedarán claros los deberes y las labores del profesional en el país, lo que permitirá un control mayor sobre la ética, por lo que necesitamos que esta ley exista”, finalizó Edgardo Ozimica.
Artículo de Martín Espinoza
Fuente: La Nación