En medio de los cuestionamientos a la diferencia de cifras entre la encuesta de empleo del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) y los datos administrativos provenientes de la Superintendencia de Pensiones (SP), ayer se desarrolló la primera reunión técnica para buscar una solución a ese desencaje.
A la cita convocada a las 08:30 horas y que estuvo liderada por el ministro del Trabajo, Nicolás Monckeberg, llegaron el director del INE, Guillermo Pattillo; el superintendente de la SP, Osvaldo Macías; el coordinador laboral del Ministerio de Hacienda, Rafael Sánchez; el asesor de presidencia, Francisco Larraín; y la asesora del Ministerio de Economía, Michele Labbé.
En la oportunidad, el director del INE mostró los antecedentes de empleo y las mejoras que se están considerando a la encuesta de empleo.
Al término de la reunión, el secretario de Estado confirmó la voluntad del equipo intersectorial de avanzar hacia un sistema integrado de datos para alcanzar una “única cifra de empleo”.
“La gran conclusión es que toda la información para tomar buenas políticas públicas en materias de empleo, debe tender, y va a tender a ir integrando toda la información, porque son instrumentos distintos, son datos distintos, unos son datos administrativos a partir de las cotizaciones y otros son encuestas”, dijo Monckeberg.
Hay que recordar que durante el último trimestre móvil marzo – mayo, el INE informó que el crecimiento anual (12 meses) de los asalariados fue de 1,6%, mientras que para el mismo periodo (abril 2018) la tasa de cotizantes se elevó en 3,9% de manera anualizada, generando una diferencia de 2,3%.
En este contexto Monckeberg precisó que los cambios que se realizarán a la encuesta de empleo que realiza el INE no se relacionan con el cálculo de la tasa de empleo y que apuntan a aspectos como la ampliación del número de categorías de trabajadores que se miden.
En ese contexto, el secretario de Estado anunció que en los próximos días se firmará un convenio entre el INE y la SP con el propósito de generar traspaso de información.
“El convenio entre ambas entidades, lo que va a permitir es que se pueda compartir información y que se pueda ir analizando mes a mes, una vez que se realiza la encuesta (de empleo) la relación que hay entre los aumentos o disminuciones de las cotizaciones previsionales que es una señal de empleo asalariado con la información de la encuesta”, dijo el ministro del Trabajo.
Orígenes. El debate sobre el desencaje de cifras se inició el 2016, cuando el economista David Bravo y la entonces ministra del Trabajo, Ximena Rincón advertían sobre este desencaje.
En ese momento, agosto de 2016, Rincón acusaba que “las cifras del INE y los datos reales administrativos se desacoplan”.
Por lo mismo, y vía Twitter la senadora le recordó al exministro Rodrigo Valdés que “cuando era ministra del trabajo dije que debían usarse más datos que solo los del INE para estudiar las cifras de empleo y casi me “cocinaron viva” partiendo por mi colega de Hacienda, parece que no era tan tonto lo que dije”.
Mirada crítica.El economista de Hermann Consultores, Jorge Hermann, quien fue invitado a la reunión de Trabajo, es crítico respecto al debate que se abrió y señaló que “es un debate estéril (…). En términos simples, David Bravo y Rodrigo Valdés están comparando peras con manzanas”. Un ejemplo de ello, dice, es que “los asalariados totales del INE corresponden a empleados formales e informales sin imposiciones que corresponden a cerca de un millón de personas que deben ser excluidos del análisis”. En ese contexto, recomienda no realizar cambios metodológicos a la encuesta de empleo del INE porque “la comparación simple con los datos administrativos es errónea”.
Artículo de Pía Toro
Fuente: La Tercera