Ha sido una semana difícil para los mercados globales, que ayer enfrentaron una nueva jornada de volatilidad y caídas de precios a lo largo de las principales bolsas. Las ventas también afectaron a nuestro país, donde el IPSA marcó una baja de 1,72%, su mayor retroceso diario desde el 5 de diciembre del 2017, a medida que el cobre perdió 2,4%.
En medio del retroceso, que tiñó de rojo a las acciones de Estados Unidos, con el S&P 500 bajando 3,75% y el Dow Jones perdiendo más de 1.000 puntos, algunos analistas indicaron que la razón sería nuevamente la preocupación del aumento de las tasas de interés, de parte de la Reserva Federal, que podrían deprimir el crecimiento económico.
Pero, al mismo tiempo, surgieron voces que llamaron a una estrategia para reaccionar a la volatilidad que hemos visto, en momentos que el índice VIX, conocido como el índice del miedo, tuvo una variación diaria de 20,66%.
Se trata de los mercados emergentes, los que muestran una fortaleza sorprendente ante los peak de volatilidad. Según datos recopilados por Bloomberg News (ver tabla), las ocho últimas ocasiones de caídas antecedieron a saltos de hasta dos dígitos en las acciones de mercados de economías emergentes un año después.
Los datos de Bloomberg incluso van más allá: en 14 de los 17 peaks evaluados a partir del año 2011, el índice MSCI Emerging Markets repuntó a la semana siguiente. Y en 13 veces de las 17, el indicador registró un alza al mes siguiente.
De esta manera, tomando el referente histórico que ofrece el mercado, existe una alta posibilidad de que las bolsas en los mercados de países en desarrollo repunten bastante rápido después la difícil semana que termina.
Hasta ayer, el Índice de la Chicago Board Options Exchange que mide la volatilidad de fondos transados en bolsa de mercados emergentes (VXEEM) presentaba un salto de 54,43% desde el viernes de la semana pasada, alcanzando al mayor nivel desde el 12 de febrero del 2016. Mientras, el MSCI de Mercados Emergentes había retrocedido 4,67% (ver gráfico) hasta el miércoles.
“Creo que sigue habiendo mucho dinero en los márgenes y los mercados emergentes repuntarán”, dijo a Bloomberg News Jean-David Haddad, estratega de mercados emergentes en Nueva York de la corredora OTCex Group. “Soy muy optimista”, agregó.
Bajas generalizadas
En Chile, a medida que el cobre vivió su mayor retroceso diario desde el 29 de noviembre del 2016, tocando su menor precio desde el 15 de diciembre del año pasado, también subieron los seguros contra impago de deuda (CDS, en inglés) a 5 años, acumulando un avance de 4,22% con dos días de alzas.
En tanto, el resto del mundo seguía intentando descifrar lo ocurrido. “Todavía no queda nada claro y me parece que tanto los compradores como los vendedores están dudando sobre qué es lo que el mercado quiere hacer realmente”, dijo a Reuters el socio gerente senior de Meridian Equity Partners en Nueva York, Jonathan Corpina. El experto agregó que la situación actual debiera continuar por un par de jornadas más para que todo se aclare.
Sin embargo, surgieron voces más pesimistas. Uno fue Chris Rupkey, gerente y economista financiero jefe de MUFG, para quien lo ocurrido no es algo que los banqueros centrales puedan ignorar. “Es terrible para los inversionistas que creyeron el sueño de Trump de un crecimiento de 3%. Los recortes de impuestos parecen menos un estímulo y más un lastre. Tendrán que ser financiados vendiendo bonos y elevará los rendimientos (en máximos de enero de 2014), quitando el impulso de bajas tasas para invertir y crecer”, aseguró.
El economista subrayó que las bolsas son un indicador adelantado y que en este punto es imposible que la Reserva Federal eleve las tasas en marzo, en la primera reunión de Powell. “No están tan locos”, aseguró.
Artículo de Leonardo Ruiz
Fuente: Pulso