Aunque no tiene urgencia y pese a que la agenda de temas está bien copada, la Comisión de Trabajo del Senado decidió reactivar la discusión del proyecto que reduce la jornada laboral de 45 horas a 40 horas, que estuvo en el epicentro del debate parlamentario en medio del estallido social a fines del año pasado, y que obligó al gobierno a presentar un proyecto “similar” que no ha avanzado ni un milímetro.
En todo caso, la Comisión no partirá analizando específicamente el articulado, sino que se propusieron realizar un seminario para abordar la situación del mercado laboral y las lecciones que ha dejado la pandemia con tal de visualizar adecuadamente cómo insertar este debate.
“Discutir sobre reducción de jornada está bien, pero hay que discutirlo dentro del nuevo contexto en el cual estamos, eso es lo responsable. Debe ser un debate cruzado abierto, más prospectivo para saber qué pasará con el empleo a futuro ya que la pandemia dejó en evidencia que tenemos un mercado laboral bastante más informal de lo que pensábamos”, explica el presidente de la Comisión de Trabajo, senador Juan Pablo Letelier (PS).
La idea de realizar un seminario, que fue aprobada el miércoles por los senadores en la sesión que contaba con la presencia de la ministra del Trabajo María José Zaldívar -quien desestimó hablar del tema-, consiste en convocar a la OIT (Organización Internacional del Trabajo), a las universidades especialmente a aquellas que cuentas con especialistas en el mercado laboral y al mundo sindical para abordar todas las aristas que conllevaría una modificación de este tenor. Letelier manifiesta que esperan que este simposio se concrete en diciembre y enero, antes del receso legislativo si hubiere en esta oportunidad.
“Hay una discusión evidente de más largo alcance entre el mercado del trabajo y jornada. Hemos visto un cambio en el mercado laboral que se hizo patente con la pandemia, aunque ya venía como tendencia desde antes. Es evidente que la jornada en Chile es de largas horas, pero también, y más cierto, es que ahora tenemos empleos sin jornada como son los delivery”, recalca el parlamentario.
De hecho, consigna que hay varias propuestas que se han puesto sobre la mesa en el último tiempo con el objetivo de disminuir las horas que las personas pasan en una oficina, considerando que Chile figura en el quinto lugar en un informe de la Ocde con más horas trabajadas entre 38 países.
Entre estas ideas figura el que los nuevos contratos sean de 40 horas, aunque explica Letelier, ello puede implicar una inmediata reducción de los ingresos con su correlato en la desigualdad. Mientras, recuerda, otros expertos acotan que se corre el riesgo de tener trabajadores de primer y segundo nivel, ya que una reducción de ambas variables puede llevar al despido de los trabajadores mayores para contratar a más jóvenes con jornadas de 40 horas, pero pagándoles menos.
“Hacer esta discusión con la economía a la baja es bien distinto a hacerlo en un ciclo al alza, por eso se deben estudiar bien los efectos y por eso necesitamos hacer un debate más integrado”, comenta el senador.
Cabe recordar que el proyecto que gatilló este seminario es el presentado por la bancada comunista en 2017, que contempla una entrada en vigencia gradual según tamaño de empresa, y que fue aprobado ampliamente por la Cámara de Diputados. “Algunos de nosotros somos muy favorables a reducir la jornada de trabajo, pero sabemos que en esta coyuntura no necesariamente es lo más inteligente, porque no es fácil abordar este debate en medio de una situación económica bastante crítica donde ha habido pérdida de empleo, y donde se encarecerá la mano de obra con el aumento potencial de cotización para la reforma de pensiones. Todo lo cual puede afectar la empleabilidad, formalidad o informalidad del mercado del trabajo”, resume Letelier.