A nivel mundial, el 42% de los trabajadores admite que aceptaría un sueldo menor o ser bajado de cargo para mantener su empleo, según los resultados de Workmonitor, estudio de la consultora Randstad, sobre tendencias en empleo.
Según la investigación, aplicada en 39 países, Reino Unido lidera la medición, donde el 64% de los trabajadores está dispuesto a una rebaja salarial con tal de mantener su puesto laboral, seguido de EE.UU. (62%), Singapur (61%) y Australia (57%). El estudio coloca a Chile en el último lugar de los 39 países medidos: solo el 21% de los encuestados aceptaría un cambio así.
Natalia Zuñiga, directora de Marketing y Comunicaciones de Randstad, explica que se trata de una medida a la cual las empresas recurren cuando dejan de ser financieramente sustentables.
Muchas compañías, para evitar despidos masivos, ofrecen a sus trabajadores una rebaja salarial a cambio de mantener el trabajo. “Los empleados están más dispuestos a reducir su renta que a quedarse sin trabajo”, explica Zuñiga.
Pero como en Chile los índices de desempleo no alcanzan niveles alarmantes, explica, muchos trabajadores no aceptarían un cambio de condición contractual de ese tipo.
Raúl Berríos, psicólogo laboral y académico de la U. de Santiago, explica que en Chile las condiciones que explican esa baja cifra son, por un lado, que los sueldos son bajos y que las personas en países con mayor aceptación a esa propuesta tienen garantizadas ciertas condiciones que acá no existen.
“Un porcentaje importante de las personas gana 300 mil pesos o menos. Y estar dispuestos a bajar sus ingresos es entrar a condiciones de inviabilidad o de entrar a la pobreza”, dice Berríos.
A ello se suma, agrega, que pese al dinamismo del mercado laboral chileno, cada vez hay menos empleos con contrato indefinido y esa precarización también explica que no se acepte un cambio así.
Capacitaciones
Otros datos del estudio indican que el 96% de los trabajadores en Chile estaría dispuesto a ser capacitado para evitar perder su empleo.
Además, el 76% de los chilenos que participaron de la investigación están dispuestos a trasladarse temporalmente al extranjero por un trabajo que no está disponible en su país.
Artículo de Paulina Sepúlveda
Fuente: La Tercera