Seis meses cumplirá el proyecto de ley de modernización tributaria en el Congreso, y los pasos que se han dado para llegar a acuerdo han sido lentos. Quizá el principal avance se materializó en enero cuando gobierno y oposición se sentaron a discutir sobre algunos puntos de acuerdo.
Ante este espacio de diálogo, el académico de la Universidad Adolfo Ibáñez, Claudio Agostini, valoró los acercamientos. “Ojalá se llegue a un acuerdo razonable de largo plazo para que se cierre el debate tributario y no se abra en 4 años más”, indicó.
El economista también sostuvo que el sistema integrado es el “más progresivo” y por ende desde un principio apoyó este punto de la propuesta del Ejecutivo.
“El sistema óptimo siempre es el integrado. Y por eso me sorprende un poco esta obsesión por desintegrar de algunos, porque de ser así afectaría a las personas de menores ingresos. La razón que usan es la progresividad tributaria, pero el desintegrar es un mal instrumento, puesto que afecta la distribución y en mayor proporción a los más pobres. Es un muy mal instrumento. Es una forma muy poco focalizada”.
La reforma se ingresó en agosto del año pasado y todavía no se aprueba la idea de legislar, ¿cómo califica este proceso?
-Ha sido lento si se toma el proceso completo. Cuando Sebastián Piñera ganó en diciembre las elecciones, se dijo que esta reforma sería uno de los primeros proyectos que se enviarían al Congreso, sin embargo, eso no pasó, puesto que se presentó recién en agosto. Por eso se toma desde enero de 2018 me parece un período muy largo.
Ahora, que se hayan sentado a conversar, entre gobierno y oposición, en base a principios para luego ver instrumentos me parece una buena idea. Ojalá hubiera sido antes, pero me gusta está lógica de discutir principios antes de ver los instrumentos. Se debió haber hecho un mayor trabajo prelegislativo.
En esta nueva etapa, donde se buscan acercar posiciones, ¿ve que existe espacio para buscar otros impuestos como los que estuvieron en un primer momento en el debate?
-Espero que sí. Si uno mira lo que se ha discutido se puede abrir espacio para avanzar en algunas medidas como eliminar la renta presunta. Eso generaría entre US$260 millones a US$280 millones que ayudará a la recaudación.
Un segundo espacio es considerar el impuesto al azúcar y al sodio, y eso también generará del orden de US$350 millones a US$400 millones. Otra alternativa es subir el impuesto al diésel al mismo nivel que el de las bencinas, lo que generaría US$1.640 millones.
Uno de los planteamientos que ha hecho la oposición para mejorar la recaudación es subir el impuesto a las personas o crear un impuesto nuevo, ¿aporta realmente o es algo más ideológico?
-Ayuda un poco a la recaudación, y aumenta la progresividad del impuesto, pero hay que pensarlo bien, porque si solo se pone un tramo adicional de impuesto, en la práctica afectará a los trabajadores dependientes, porque las personas que tienen ingresos altos por otras fuentes no pagan ese impuesto.
¿Y qué es lo que se debe hacer para que esas personas de mayores ingresos sí paguen impuesto?
-Hay que mejorar la base más que la tasa. Hay espacio en la base que permite que personas de altos ingresos no paguen todo lo que tienen que pagar, como por ejemplo, la renta presunta, y el otro es un impuesto que no se ha discutido en Chile, que es al de la ganancia de capital de compra y venta de acciones en Chile. En todos los países desarrollados hay un impuesto a esa transacción, sin embargo, acá no se ha abierto ese debate.
Hacienda se comprometió también a presentar más detalles del informe financiero, ¿es un avance considerando las críticas que ha habido sobre los supuestos de recaudación?
-Ayudaría tener más información, pero no solo del punto de vista de los datos, sino que de la metodología, porque no se sabe cómo se llegó al monto que proyecta Hacienda por la boleta electrónica, y eso genera dudas razonables. Si bien este informe financiero tiene más información que la de 2014, sigue siendo insuficiente para llegar al detalle. No sabemos la metodología que uso Hacienda y por eso no es replicable.
Algunos economistas de la oposición han insistido en la idea de que el mejor sistema es uno desintegrado.
-Cuando uno piensa en un sistema tributario, el sistema óptimo siempre es el integrado. Y por eso me sorprende un poco esta obsesión por desintegrar, ya que de ser así afectaría a las personas de menores ingresos.
La razón que usan es la progresividad tributaria, pero el desintegrar es un mal instrumento, porque afecta la distribución y en mayor proporción a los más pobres. Es un muy mal instrumento. Es una forma muy poco focalizada.
Desde el sector empresarial, han criticado que el impuesto que se aplique a los servicios digitales sea 10% y no 19%, ¿cuál es su posición al respecto?
-Sí, no se justifica que sea menor que el IVA, y por eso debería subir a 19%, es una importación de servicios y por ello debe pagar igual que un bien.
Artículo de Carlos Alonso M.
Fuente: Pulso