La tendencia mundial de las últimas dos décadas fue en la dirección de disminuir los impuestos que se aplican a las empresas. Así lo refleja el estudio presentado este miércoles por la Ocde, donde se consigna que el promedio de tributos pagados por las corporaciones a nivel global pasó de 28% en 2000 a 20,6% en 2020, lo que se da gracias a que 88 de jurisdicciones rebajaron las tasas en cuestión.
Mientras que 15 jurisdicciones decidieron no innovar, a contra corriente de la tendencia hubo 15 aplicaron aumentos, minoría entre la que se cuenta a nuestro país. Incluso en este pequeño grupo Chile destaca, debido a que el incremento de 10 puntos porcentuales hasta 27%, figura como el segundo salto más amplio del mundo, igualando al de Andorra y siendo superado únicamente por el aumento de 15 puntos porcentuales que implementó Maldivas.
Aunque con el incremento se queda muy por encima del promedio global, el reporte señala que a la fecha 21 jurisdicciones tienen tasas que superan el 30%, siendo la de India la más alta de todas, con un impuesto de 48,3%.
En la parte alta del listado
De todas maneras, con la posición actual que ostenta Chile dentro del panorama internacional de los tributos que pagan las compañías, el país también queda en la parte alta de otros listados presentados por la Ocde en su informe “Estadísticas de impuestos corporativos”, incluso en los apartados, donde el análisis se basa en los datos de 2017, cuando el país todavía aplicaba un impuesto de 25%.
Por ejemplo, de un total de 91 jurisdicciones, Chile es décimo noveno país donde más alto es el porcentaje de ingresos que se consiguen a través de los tributos cobrados a empresas como parte del PIB. Mientras en el caso nacional la cifra supera el 4%, el promedio de América Latina es de 3,4% del PIB, el mundial es de 3,1% y el de la Ocde, de 2,8%.
Asimismo, cuando se trata de revisar lo que representan los ingresos que se consiguen por esta vía frente al total de los ingresos fiscales, en el caso nacional se supera el 20%, muy por encima del 14,6% que se anota a nivel mundial. Con este número, además, nuestro país vuelve a superar el promedio de la Ocde, de 9,3%, aunque queda por debajo de lo anotado a nivel regional de 15,5%.
Múltiples factores
De todas maneras, la Ocde señala estas comparaciones presentan ciertas limitaciones, dado que el total de la recaudación no obedece exclusivamente a la tasa de impuestos que se aplica a las empresas.
El grado en que se incorporan las empresas en una jurisdicción; la amplitud de la base de los tributos pagados por las corporaciones, la etapa del ciclo económico y el grado de ciclicidad del sistema del impuesto de sociedades, la extensión de la dependencia de otros tipos de impuestos, como los impuestos sobre la renta personal y el consumo y la extensión de la dependencia de los ingresos fiscales de la explotación de los recursos naturales, son algunos de los factores a considerar.
De hecho, algunas de esas variables también influyen en los cambios que se han observado a nivel mundial. “Los ingresos por impuestos corporativos son impulsados por el ciclo económico. Para el período 2000-17, los ingresos tributarios corporativos promedio como porcentaje del PIB alcanzaron su punto máximo en 2008 (3,6%) y disminuyeron en 2009 y 2010 (3,2% y 3,1% respectivamente), lo que refleja el impacto de la crisis financiera y económica mundial”, se lee en el reporte.
Fuente: Francisca Guerrero, La Tercera
No fomentemos el vicio de que las empresas pagan un alto impuesto cuando efectivamente no lo hacen,
ya que sus propietarios lo utilizan de crédito en sus declaraciones anuales de impuestos a la renta.
Distinto sería, y ahí si sería real la contribución con impuestos de las empresas, que sus ingresos fueran
afectados por sólo un 10% de impuesto.
Los empresarios junto con los expertos tributarios son magos en el uso de “elusión (evasión) tributaria”.
Así no estamos ayudando a la igualdad social y estamos incrementando la riqueza de los más ricos.
Seamos claros y transparentes.