Según el ranking de competitividad tributaria 2018, elaborado por Tax Foundation, Chile se ubica en puesto 31 de los 35 países que son evaluados para medir la competitividad de su sistema impositivo.
Si bien hubo una mejora en comparación a la versión de 2017 -cuando el país se encontró en el lugar 33- para Libertad y Desarrollo esto sigue “reflejando que, en el contexto internacional, nuestro sistema tributario es poco competitivo” y además sostiene que la mejor posición del país en la medición se debe a la “reducción de 40 a 35% de la tasa marginal del impuesto personal”.
El desempeño a nivel internacional fue el objeto de estudio del documento “Competitividad tributaria: Chile al debe” en el que el centro de pensamiento analizó los resultados del país en el último ranking que mide esta materia. “Destaca la negativa evaluación que Chile obtiene persistentemente en aquellos aspectos relacionados con la facilidad para cumplir con la obligación tributaria”, sostiene LyD.
Libertad y Desarrollo apunta que la última medición de Tax Foundation “refleja la necesidad de avanzar en el proyecto de ley de Modernización Tributaria presentado recientemente al Congreso” debido al impacto que tiene el sistema impositivo en el crecimiento de un país. “Solo en 5 de los últimos 20 años Chile ha presentado un crecimiento menor al del resto del mundo, cuatro de esos años corresponden al período en que se discutió, aprobó e implementó la reforma tributaria (2014-2017)”, afirma el centro de estudios.
Plantea el texto que “parte importante de esta mala evaluación se explica por la elevada tributación que presentan las empresas en Chile, así como por el alto costo en el tiempo requerido al año para pagar los tributos”, afirma LyD y sostiene que según el informe Doing Business, elaborado por el Banco Mundial, ya había alertado sobre este tema.
En dicho estudio, que mide la facilidad para hacer negocios, Chile se ubica en el lugar 76 de 190 en el área de pago de impuestos, debido a que en el país se requieren 296 horas para poder tributar, cantidad de tiempo mayor al promedio de la OCDE que es de 159,4 horas. Otro factor, que destaca el centro de pensamiento, es que las empresas en Chile destinan el “34% de las ganancias a pagar impuestos, lejos de las economías con mejor desempeño y menor carga tributaria (26,2%)”.
Simplificación y transparencia, clave para subir la nota
La competitividad tributaria se verá beneficiada con “un sinnúmero de ajustes propuestos para nuestro sistema tributario con el objeto de simplificarlo, facilitarlo, modernizarlo, dotarlo de mayor certeza y transparentarlo”, según plantea LyD. Además señala que la iniciativa del Ejecutivo “introduce medidas para acelerar el proceso de recuperación del gasto en capital, a través de la depreciación más acelerada, o incluso instantánea”.
Para analizar cómo la actual realidad tributaria fue evaluada de manera negativa por Tax Foundation, el estudio de LyD repasa los ítemes en los que Chile se ubicó, principalmente, en los últimos lugares.
En el impuesto corporativo, por ejemplo, se señala que este tipo de tributo tiene un impacto “importante sobre la inversión y el stock de capital en las pequeñas y medianas empresas, lo que se traduce en menores niveles de inversión y capacidad productiva a futuro”. En materia de impuestos personales, Libertad y Desarrollo comenta que aumentar la tributación a “las personas desincentiva la generación de estos ingresos, particularmente cuando son el fruto de su esfuerzo. Así, se reducen los incentivos a trabajar y a invertir”.
Si bien este es una de las áreas mejor evaluadas de Chile, ubicándose en el lugar 22, en LyD explican que esto se debe a la “reducción de la tasa marginal de 40 a 35%, aplanando la estructura de la curva de impuestos”, no obstante advierten que hay otros ítemes en los que mejorar como la complejidad del impuesto personal, aspecto que mide las “horas destinadas a cumplir con el pago de este impuesto, estimada en 125 horas”, lo que ubica a Chile en el lugar 29 de 35.
Sobre el impuesto al consumo, el think tank apunta que Chile se ubica en los puestos más bajos (29) debido a una “evaluación disímil” del gravamen. “Por un lado, destaca en la amplia base a la cual se le aplica el impuesto, al cubrir el 63% del total del consumo -ubicándose en el puesto 3 de 35- mientras por otro lado, se ubica en el último lugar dado el elevado grado de complejidad al tomarse 124 horas al año para cumplir con esta obligación”.
Existe espacio para introducir ulteriores mejoras en nuestra regulación con el fin de eliminar impuestos a las ganancias de capital que hoy persisten en nuestra legislación respecto de determinadas transacciones”.
El tributo a la propiedad es el área mejor evaluada del país, ubicándose en el lugar 16. Aun así, en LyD sostienen que “existe espacio para introducir ulteriores mejoras en nuestra regulación con el fin de eliminar impuestos a las ganancias de capital que hoy persisten en nuestra legislación respecto de determinadas transacciones”, aspecto que termina afectando a dueños de empresas pequeñas o medianas o que no transan en la bolsa.
“A nivel internacional se observa una tendencia creciente a moverse desde un sistema de impuesto que se aplique a todos los ingresos generados en el exterior (mundial) hacia un sistema que grave solo a los ingresos generados al interior de las propias fronteras (territorial)”, comenta LyD sobre el impuesto a las rentas desde el exterior. Esto se explicaría también porque el sistema chileno tiene reducidas excepciones a gravámenes de dividendos y ganancias de capital, por lo que se ubica en el lugar 32, además de tener una tasa del 35% de retención a las remesas de capital. No obstante, hay un punto el que Chile está bien ubicado: la regulación. En este tema el país alcanza el noveno lugar.
Fuente: El Líbero