En países como EE.UU. más del 90% de los equipos y vehículos se financian con el leasing. Cuando se invierte en un equipo o vehículo es por varias razones: buscar mayor eficiencia, servir un nuevo contrato o por un aumento en la demanda. Este producto ha logrado penetrar fuertemente en el mercado nacional, dada la evolución y las ventajas competitivas que ésta tiene como herramienta de financiamiento.
Todas estas opciones generan nuevos flujos a la empresa y la idea es que este nuevo equipo se pague con los ingresos que genere, por lo tanto, ¿por qué inmovilizar capital? Esta es una buena herramienta de financiamiento, porque mensualmente pagará una renta de arrendamiento la cual podrá rebajar como un gasto, recuperará mensualmente el IVA de la cuota, estará capitalizando mes a mes el valor del equipo y al final del contrato, pagando una cuota más igual a las anteriores, será dueño del equipo.
Al respecto, Francisco Goycoolea, gerente comercial CFC Capital, señala que “el leasing es la herramienta más usada a la hora de financiar activos. Además a la hora de hacer la declaración de impuestos verá reflejado todo el beneficio tributario, ya que, todos los pagos por concepto de arrendamiento se consideran gastos operacionales, lo que disminuye la base imponible, y por lo tanto se convierte en un ahorro tributario”.
Un vehículo o equipo en buen estado al cabo de dos o tres años conserva el 60% de su valor residual o tiene una vida útil de al menos dos años, por lo que, todavía puede seguir generando ingresos sin problemas.
¿Ventajas del leasing sobre un crédito?
En primer lugar, el análisis es más flexible que un crédito. Se puede negociar descuentos por pago contado con el proveedor de los equipos, puesto que, la empresa que otorga el financiamiento paga al contado. Se puede incluir dentro del valor de la renta de arrendamiento servicios adicionales. CFC Capital dentro del valor de su cuota incluye seguro y GPS (para saber siempre donde está el vehículo). Los intereses se calculan solo sobre el valor neto, la cuota completa se rebaja como gasto, a diferencia del crédito donde solo se puede rebajar la porción de intereses.
Todos los meses recibirá una factura y recuperará el IVA de la cuota. Al final del contrato de arrendamiento se puede optar por renovar el contrato o comprar el bien pagando una cuota más igual a las anteriores, a esta última cuota se le denomina opción de compra. También se puede ceder esta opción de compra a un tercero si así se solicita.
Artículo de Ricardo Pérez
Fuente: La Nación