La discusión sobre los impuestos en Chile pareciera ser de nunca acabar. Si antes fue la reforma constitucional que crea un tributo a los altos patrimonios, hoy es el debate sobre si los retiros de fondos previsionales deben ser considerados renta o no, aplicándosele el impuesto Global Complementario según nivel de ingresos. Como en toda discusión sobre políticas públicas, la evidencia disponible es amplia y reciente.
Tanto así, que esta mañana en París, Francia, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) acaba de publicar nueva información sobre la materia.
En los reportes “Estadísticas de recaudación tributaria 2020” y “Tendencias en los impuestos al consumo”, el organismo internacional dio cuenta nuevamente de que la carga fiscal de Chile se encuentra aún lejos del grupo de países desarrollados.
En específico, la recaudación de impuestos como porcentaje del Producto Interno Bruto (PIB) en Chile se ubicó en 20,7% en 2019, una baja de cuatro décimas respecto al año previo. Así, en el ranking de 37 países analizados en el documento, Chile solo supera en el sótano a Colombia (19,7% del Producto) y México (16,5%).
¿Los países en la cima del conteo? Dinamarca (46,3%), Francia (45,4%) y Bélgica y Suecia (ambas con 42,9% del Producto).
La media del grupo es de 33,8% del tamaño de sus economías, una baja de una décima respecto al 2018. Eso sí, esta cifra tiene una cierta distorsión, ya que en varios países desarrollados las cotizaciones previsionales se consideran como parte de la recaudación fiscal, mientras que en Chile dicho aporte se destina al sistema privado de pensiones. Corrigiendo ese efecto, la brecha entre la recaudación de Chile y la OCDE es de alrededor de cinco puntos porcentuales.
Del total de países analizados en el reporte, 20 aumentaron su ratio de recaudación a PIB, mientras que cayó en otros 15. Australia y Japón no reportaron información preliminar de su carga fiscal de 2019. La mayor alza se registró en Dinamarca, con un aumento de dos puntos del PIB; mientras que la caída más pronunciada se anotó en Hungría, con 1,7 unidades de Producto menos de ingresos tributarios.
Consumo y renta
Los reportes de la OCDE también analizan la estructura tributaria de los países, aunque con cifras consolidadas recién para 2018.
De esta manera, los análisis dan cuenta del importante peso que tiene el impuesto al valor agregado (IVA) en la recaudación total del país. En 2018, dicho tributo representó el 40,2% de los ingresos del Estado, el más alto entre los integrantes de la OCDE y prácticamente el doble que el promedio del bloque (20,4%). Chile supera por mucho a Nueva Zelanda (29,6% del total)
y Colombia (29,4%), que son las naciones que lo siguen en el podio.
Este dato contrasta con otra realidad: el bajo peso de los impuestos personales en la recaudación total, que en el caso de Chile representa apenas el 6,7% de los ingresos fiscales, superando solo a Colombia (6,4%) en el sótano del ranking y muy lejano a la media del bloque de 23,5%.
Este número cobra relevancia en medio de la discusión sobre la tributación de los retiros de fondos previsionales. En Chile, los ingresos hasta $ 688 mil están exentos de impuestos, por lo que alrededor del 80% de la población no tributa por sus rentas.
En términos de los ingresos por tributos a las utilidades corporativas, el país se ubica a la vanguardia en la OCDE, con el 22,1% del total que ingresa a arcas públicas, siendo superado solo por Colombia (25,5%) y más que duplicando el promedio del grupo (10%).