De dulce y agraz fue el balance de la Operación Renta 2018, según informó ayer el Servicio de Impuestos Internos (SII).

La parte positiva de los datos expuestos por el director del Servicio, Fernando Barraza, quien estuvo acompañado por la recién asumida Tesorera General de la República, Ximena Hernández, fue que la tributación bruta por Primera Categoría alcanzó los US$12.723 millones en 2018, es decir, un 12,3% más que en el ejercicio pasado, impulsado por la mayor recaudación de las grandes mineras privadas (GMP10) como consecuencia del mayor precio del cobre, que aumentó 26,8% su promedio 2017 (de US$279,684 cent/lb) en comparación con 2016 (de US$220,563 cent/lb).

De hecho, la recaudación de las mineras privadas aumentó 67,6%, sumando US$1.400 millones más que la declaración pasada, al pasar de US$10.709 millones en 2017 a US$11.682 millones en el proceso de este año.

Este efecto “cobre” también se aprecia en la tributación del Impuesto Específico a la actividad minera o royalty, que registró un aumento de 68,5% (con un resultado de US$245 millones en 2018 frente a US$146 millones) y en el impuesto adicional asociado a las remesas de un grupo pequeño de empresas, en su mayoría relacionadas a la minería, que registró una tributación 62,3% más alta este año, al pasar desde US$432 millones en 2017 a US$701 millones en 2018.

También contribuyó a la mayor recaudación del impuesto de Primera Categoría el alza en la tasa (que pasó de 24% a 25% en el caso de los contribuyentes del régimen de rentas atribuidas, y de 24% a 25,5% en los del régimen semiintegrado), y el crecimiento del PIB de 1,5%.

Respecto del resto de los impuestos, tuvieron incrementos más acotados. La recaudación del resto de los contribuyentes fue US$973 millones superior este año comparado con el ejercicio previo, al pasar desde US$10.709 millones a US$11.682 millones, una variación de 9,1%.

Un escenario similar se dio en en el Global Complementario, que creció 9,4%, al pasar desde US$1.024 millones a US$1.121 millones, comparado entre las operaciones Renta 2017 y 2018.

De esta forma, el resultado de la Operación Renta bruta (antes de devoluciones) que incluyen las categorías descritas, avanzó 13,6% entre 2017 y 2018, con US$1.835 millones de mayor tributación este año -que cerró en US$15.313 millones- frente a la Operación 2017, que registró una tributación de US$13.479 millones.

En paralelo, casi 4 millones de contribuyentes solicitaron devoluciones, 6,57% más que el año anterior, por un monto de $3.612.427 millones, equivalente a US$5.913 millones (10% menos que en 2017, y 25% menos en el caso de los grandes contribuyentes), mientras que los pagos alcanzaron casi $3 billones (US$4.840 millones aproximadamente), equivalente a un incremento de 7% en comparación con la Operación Renta anterior.

Respecto de los excedentes devueltos, éstos alcanzaron los $1.746.196 millones (aproximadamente US$2.858 millones), en una abrumadora mayoría realizadas a través de transferencia electrónica (95% del total).

El SII también realizó retenciones de las devoluciones por $34.046 millones (US$55,7 millones), equivalente a un 27% menos que en 2017, por concepto de deudas previsionales o laborales, pensiones alimenticias y deudas judiciales entre otras.

Reforma Tributaria

En la parte menos grata de los datos entregados por el SII, el Resultado Financiero Neto de la Operación Renta fue negativo por US$1.072 millones, mientras en el Informe de Finanzas Públicas de octubre de 2017 se preveía un neto de caja positivo.

Según el director Barraza, los poco más de U$1.000 millones de menor recaudación “son habituales, es la diferencia entre lo que se solicita como devolución menos lo que se paga. Habitualmente la diferencia es negativa. Lo que ocurre es que la proyección en el Informe de Finanzas Públicas en octubre de 2017 fue claramente más optimista que lo que ocurrió”.

Este punto había sido anticipado hace una semana ante el Congreso por la Dirección de Presupuestos, cuando se entregó la Actualización de Proyecciones de 2018, instancia en la que se apuntó a una baja en la base tributaria en el segmento de contribuyentes no mineros, que ocurrió en 2017 y se está repitiendo en 2018, y que como consecuencia de ello, los ingresos estimados para dicho segmento caían en 2,4% en relación a lo previsto en la Ley de Presupuestos. De hecho, ante el Congreso se señaló que el SII pudiera adelantar explicaciones sobre las razones de esa caída, particularmente si eran consecuencia de la aplicación de la Reforma Tributaria.

Sobre el punto, Barraza señaló que “es prematuro hacer evaluaciones respecto de la Reforma Tributaria, no estamos en condiciones de concluir si el efecto proviene o no de la Reforma o de otros factores. Está por verse lo que vaya a ocurrir”.

Sobre los estudios que se han publicado señalando que la RT no recaudaría lo que se anticipó, Barraza agregó que “no diría que están equivocadas, pero es importante señalar que las medidas que se definieron en la Reforma todavía no terminan todas de implementarse, por ejemplo, este año estamos en el último tramo de incremento de la tasa en el régimen semiintegrado”.

En tanto, sobre el proceso de declaración en sí mismo y las dificultades que pudiesen haber tenido los contribuyentes, el director del SII reconoció que “este proceso fue especialmente complejo para los contadores, porque por primera vez entraron en vigencia los nuevos regímenes tributarios, por eso implementamos una serie de medidas de flexibilización”, pero descartó problemas mayores. “En el proceso de abril los resultados nos muestran que fue con total normalidad, no hubo situaciones especiales y los contribuyentes pudieron declarar sin mayores contratiempos”, aseveró.

De hecho, de los casi 3 millones de contribuyentes, un 83,3% declaró estar utilizando la propuesta ofrecida por el SII.

Artículo de Patricia San Juan

Fuente:  La Tercera

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