La semana pasada, la Democracia Cristiana (DC) y el Partido por la Democracia (PPD), entregaron, de forma separada, sus propuestas para afrontar la reforma tributaria que se está discutiendo en el Parlamento.
Entre las ideas planteadas por la DC y el PPD destaca el aumento de la tasa de impuesto a las personas de más altos ingresos -actualmente en 35%- o la creación de un nuevo tramo con una tasa mayor. Todo esto, con el objetivo a “mejorar” el actual proyecto de ley.
Ante la propuesta, el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, manifestó que como Gobierno están abiertos al diálogo y aunque están en plena discusión en el Congreso podrían incorporar “distintas ideas al análisis”.
El tema no es algo nuevo para el presidente de la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC), Alfonso Swett. El año pasado en dos oportunidades, una cuando recién había asumido la presidencia de la multigremial, y la otra cuando se presentó el proyecto de ley de reforma tributaria, el líder de los empresarios planteó la posibilidad de alza de impuestos a las personas de altos ingresos.
Ahora, tras la propuesta de las colectividades de oposición y la disposición de Hacienda de recibir nuevas iniciativas, Swett manifestó ayer, en medio de la ceremonia de promulgación de la ley de pago a 30 días, su apoyo a la iniciativa, señalando que cualquier propuesta que contribuya a tener una buena reforma tributaria lo antes posible, será favorable.
Más tarde, el dirigente empresarial agregó que desde la CPC lo que les corresponde decir es que quieren una buena reforma tributaria y que además se incorpore un capítulo olvidado en la discusión del 2014, que es sobre la inversión y el crecimiento. “Como consecuencia de haber olvidado ese capítulo, (…) tuvimos un efecto en el crecimiento y en la inversión bastante negativo”, señaló.
Diferencias gremiales
Tras la presentación de la reforma tributaria en agosto del año pasado, Swett planteó “a título personal” que en caso de que faltara compensación por la reintegración del sistema tributario, estaba disponible a un alza de impuestos personales.
Su declaración, sin embargo, abrió diferencias en la cúpula empresarial. Días después de esos dichos, el presidente de la Sofofa, Bernardo Larraín, señaló: “No cabe hablar desde las preferencias personales, el debate debe ser sobre las buenas políticas públicas para el país (…) Antes que considerar subir impuestos, revisemos la justificación de regímenes especiales y exenciones”.
Artículo de Matías Berríos B.
Fuente: Economía y Negocios