Acumulando poco más de $ 2,6 billones, en torno a US$ 4.403,3 millones, la recaudación de impuestos específicos a productos del tabaco, los combustibles y, más recientemente, los derechos de extracción de la pesca, anotó un alza de apenas 1,8% real en 2017, su menor avance desde 2009, particularmente moderado por la relevante caída de los ingresos de los cigarrillos. Tal como lo mencionó la Dirección de Presupuestos (Dipres) en su informe de ejecución de 2017, este fue el segundo año de caída de la recaudación de los productos manufacturados del tabaco, lo que, a su juicio, tiene relación con “una disminución en la cantidad de cigarrillos comercializados durante el transcurso del año”.
Así, los $ 978.696 millones que aportó la venta de tabacos, cigarros y cigarrillos, una contracción de 5,1% anual real, lo llevaron a su menor nivel desde 2014. Ello, pese a que la reforma tributaria de 2014 estableció a partir de octubre de dicho año una modificación al impuesto específico, estableciendo un aumento de ocho veces del impuesto específico y la disminución a 30% del impuesto ad-valorem. Además, se fijó una política para resolver el comercio ilícito del producto, la trazabilidad del tabaco, programa que tendría que finalizar su proceso de licitación -mandatado por el SII- hoy lunes 19 de febrero.
Desde la industria tabacalera, British American Tobacco (BAT) desmintió la información entregada por la Dipres, respecto de que la recaudación cayó por menores ventas, señalando que “no hay disminución en la comercialización; lo que sí hay es una tendencia de traspaso desde el mercado formal al ilegal”. De acuerdo a cifras de BAT, el comercio ilícito de tabaco, que el año 2017 fue de 22,3% del total, pasaría a 24% este 2018, siendo la principal causa para explicar la caída del aporte. Remarcaron que en 2012 el comercio ilegal de cigarrillos era sólo 3% del total.
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“Esta tendencia negativa podría verse exacerbada por la prohibición de los cigarrillos mentolados (35% de las ventas de BAT) y la prohibición de formatos menores a 20 unidades (los formatos de 10 representan el 24,5% de nuestra facturación), ambas medidas incluidas en el proyecto de ley que se discute actualmente en el Congreso”, aseguraron. Agregaron, también, que Chile tiene una de las tasas impositivas más altas de la región, representando el 82,3% del valor final.
Como lo señala la ley, el impuesto a los cigarrillos se estructura en base a un impuesto específico de 0,0010304240 UTM por cigarrillo (en torno a $ 50) y un impuesto de 30% sobre el precio de venta al consumidor, incluidos impuestos por paquete.
Combustible
Los ingresos por combustible (específico para transporte) tuvieron un alza de 6,2% anual real en 2017, alcanzando $ 1.629.561 millones, en torno a US$ 2.738,7 millones, su mayor aumento desde 2014. En este caso, Michèle Labbé, economista jefa de Econsult, señaló que aunque la intención de este tipo de impuestos correctivos de alguna externalidad negativa es “disminuir su consumo a través de aumentar artificialmente (por medio del impuesto) su precio”, con el aumento de la población, las distancias a los trabajos y el nivel de ingresos, sumado a un precio de combustible más accesible, aumenta la demanda por combustible. Por eso, Labbé planteó que en 2018 debería haber nuevamente un aumento en la recaudación respecto de 2017.
Finalmente, entre los productos con impuesto específico la Dipres contabilizó los ingresos por derechos de extracción de pesca, gravamen incluido en el sistema chileno en la Ley de Pesca, que generó recursos por $ 11.749 millones, un avance de 15% frente a 2016.
Artículo de Pablo Guarda
Fuente: La Tercera