¿Reintegrar el sistema tributario o bajar la tasa del impuesto corporativo? Esa es la principal pregunta que ronda en el mundo económico. Una discusión que retomó fuerza esta semana luego de que el ministro del Interior, Andrés Chadwick, afirmara el domingo 6 de octubre en TVN que la reintegración del sistema impositivo, el llamado corazón de la Reforma Tributaria, es un instrumento importante, pero que «si se logra, en el diálogo, que puedan aparecer otros, las herramientas nunca deben ser dogmas«

Si bien el secretario de Estado matizó después sus dichos y dijo que «estamos convencidos que la integración es el mejor camino para alcanzar el objetivo de que el país crezca«, la situación resucitó la idea de un sector de la oposición de mantener el actual sistema semintegrado a cambio de una reducción a la tasa del impuesto corporativo.

Si bien el proyecto logró superar el primer trámite constitucional y ser despachado de la Cámara de Diputados gracias a un acuerdo con la Democracia Cristiana, el panorama del proyecto de modernización impulsada por el gobierno es incierto en el Senado. Es que a diferencia de lo que ocurre en la Cámara Baja, en donde la DC controla los votos de los diputados, en la Cámara Alta el líder de la colectividad, Fuad Chahín, no puede asegurar los votos de sus congresistas.

Aunque la DC no es el único escollo que debe enfrentar La Moneda para lograr que el Senado despache el proyecto, en la misma comisión de Hacienda se encuentra otro tope: el presidente de la instancia, Ricardo Lagos Weber (PPD), quien ha sido enfático en señalar su desacuerdo con la integración.

Este viernes el legislador por Valparaíso señaló a Diario Financiero que si bien el texto legal tiene aspectos que la oposición valora, como la rebaja a la contribución de adultos mayores, la simplificación del sistema para las Pymes o la depreciación acelerada, «hay temas que nos dividen, que es el tema de la reintegración, que consiste en un beneficio para un número muy limitado de chilenos que les va muy bien, hemos planteado personalmente desde marzo de este año dejar eso de lado y aprobar el resto, y buscar una fórmula que permita mayor inversión y que sea más eficiente y menos regresiva que la reintegración».

No es la primera vez que Lagos Weber propone esta idea; ya a finales de agosto el senador había planteado la posibilidad de disminuir la tasa impositiva que pagan las empresas con tal de mantener el actual sistema tributario.

El ex vocero del primer gobierno de Michelle Bachelet no ha sido el único que ha propuesto esta iniciativa. En julio pasado el diputado DC Pablo Lorenzini impulsó entre los legisladores de oposición bajar la tasa del impuesto corporativo del 27% al 26%. «Para evitar todo este tema muy complejo de la reintegración, ¿por qué no derechamente el Presidente, le baja un punto el impuesto a las grandes empresas y nos dejamos de discutir«, afirmó el integrante de la comisión de Hacienda de la Cámara Baja.

En este contexto, si bien los congresistas del oficialismo aún no toman postura frente a esta posibilidad, este viernes un grupo de senadores de Chile Vamos llamó al gobierno a dialogar con la oposición sobre la reintegración. «La reintegración no es un dogma, para nada, por tanto es absolutamente negociable. La política es el arte de lo posible, y la reintegración no es la única solución, hay otras fórmulas«, afirmó el jefe del comité RN, Manuel José Ossandón, mientras que la senadora UDI Luz Ebensperger señaló: «Hay que abrirse a buscar un acuerdo, a renunciar a algunas cosas. El límite tendrá que discutirlo el ministro de Hacienda siempre que no se desnaturalice el objetivo que es promover la inversión y beneficiar a las pymes».

No obstante, el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, este mismo viernes cerró la puerta a la petición realizada por senadores del oficialismo y reafirmó que el gobierno mantendrá la reintegración como «corazón» de su propuesta. «Nosotros vamos a seguir adelante con lo que hemos planteado siempre, la reintegración es un punto central, así que, muchas gracias por la sugerencia, pero nosotros seguimos adelante«, aseguró el secretario de Estado, quien agregó que «no se cambia el sentido del proyecto«.

Sin embargo, el debate incluso ha llegado al ámbito internacional. Esto porque el miércoles pasado, Tax Foundation publicó Índice de competitividad fiscal internacional 2019, estudio realizado desde 2014 y que compara la calidad de los sistemas tributarios de los 36 países que componen la OCDE. En la medición de este año, aparece entre los cinco países que tienen el sistema tributario menos competitivo, superando solamente a Portugal, Italia, Polonia y Francia.

Al ser consultado por El Líbero, sobre los impactos que podrían tener en la medición que el Congreso aprueba la reintegración o una disminución al impuesto corporativo, el director de proyectos globales de Tax Foundation, Daniel Bunn, se mostró más favorable a la primera propuesta, aunque matizó que si bien «sería un poco más competitivo que el sistema actual, no abordaría algunos de los problemas fundamentales del impuesto corporativo en Chile«. Mientras que respecto de la propuesta de la oposición afirmó que «no mejoraría el puntaje de Chile» ya que el prinicipal desafío que tiene el país con este tributo es que «la tasa base impositiva no es competitiva».

Esa opinión la comparte la economista Cecilia Cifuentes, directora ejecutiva del Centro de Estudios Financieros de ESE Business School, quien afirma a El Líbero que «si me preguntan si prefiero reintegrar o bajar la tasa de primera categoría, es mejor reintegrar, porque lo que tenemos es un sistema que no mantiene la equidad horizontal, que para mí es un principio básico de un sistema tributario«.

No obstante, la economista añade que el estudio «nos deja bastante mal y eso significa que tenemos impuestos muy altos para traer inversiones al país, estamos castigando las inversiones y, por eso, castigamos el crecimiento económico» y agrega que «somos un país poco competitivo en materia tributaria, porque tenemos una de las tasas más altas de la OCDE de impuesto a las empresas, ese es el impuesto clave, el que mide para el capital qué tan competitivo es un país u otro para tomar sus decisiones de inversión».

En tanto, el economista y ex Superintendente de Valores y Seguros de Chile, Álvaro Clarke, plantea que Chile «no está entre aquellos países que presentan mayor grado de competitividad por el alto impuesto corporativo». El ex militante de la DC agrega que si el país «quisiera mejorar su posición en este ranking para favorecer la asignación de recursos de inversión que ocurren en el mercado internacional, es clave que ese impuesto corporativo sea menor«.

No obstante, Clarke apunta que para disminuir la tasa impositiva de las empresas y llevarla a niveles competitivos «se requiere una planificación adecuada que sea compatible con las proyecciones de necesidades fiscales, un punto que debiera estar en la agenda de desarrollo futuro». Mientras que sobre la reintegración, comenta que «es una buena medida, va a mejorar la posición de Chile en el ranking y está dentro de las posibilidades de lo que el país hoy puede hacer».

Fuente: El Líbero

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