En septiembre de 2014, tras la puesta en marcha de la Reforma Tributaria de Michelle Bachelet, se aplicaron nuevas normas generales antielusión con el objetivo de evitar la obtención de ventajas tributarias indebidas por parte de algunos contribuyentes y así evadir impuestos.
Estas normas, desde su entrada en vigencia, ha operado a través de diversas herramientas que considera, por ejemplo, la posibilidad de efectuar consultas al Servicio de Impuestos Internos (SII) para advertir en forma anticipada la eventual incorporación de aspectos que se aparten de la normativa legal.
En este contexto, y en el marco de la discusión del proyecto de reforma tributaria presentada por el actual gobierno, el SII señaló a PULSO que, a la fecha se han presentado sólo 36 consultas, sin necesidad de la aplicación de sanciones al respecto.
Si bien, la norma general antielusión está en desarrollo, el SII hace una buena evaluación, dado su aplicación preventiva: “Ha permitido desincentivar el uso de planificaciones tributarias agresivas, con lo que hemos podido mantener y mejorar los niveles de cumplimiento tributario en nuestro país”.
Y agregan que “además, a través del catálogo de esquemas tributarios estamos preventivamente informando cuáles son los esquemas en los que estamos poniendo especial atención, lo que nos ha permitido avanzar también en esta línea”.
Reforma Tributaria. En el proyecto que se está analizando en la comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados, la norma antielusión incorpora algunas modificaciones.
En este sentido, se incluye como una forma de elusión la simulación absoluta (la que por interpretaciones del SII estaba excluida) y se aclara que en los casos de delitos tributarios que tienen como elementos la simulación, prima la norma de delito tributario, descartando con ello de manera explícita las tesis de quienes sostenían que la norma general antielusión había eliminado tácitamente figuras penales que tenían como elemento la simulación.
Al respecto, desde el SII sostienen que estos cambios “mantienen el carácter preventivo y disuasivo de la norma”.
En esta línea, el servicio agrega que “las modificaciones apuntan más bien a establecer mayores niveles de exigencia operativa para aquellos casos en que pudiese ser procedente la calificación de elusión”.
Sin embargo, y más allá de la opinión que tiene el Servicio de Impuestos Internos respecto a la materia, la oposición se ha coordinado, desde la Democracia Cristiana hasta el Frente Amplio, para enfrentar el proyecto tributario y rechazar los cambios que consideran “innecesarios” y las modificaciones a la norma antielusión están dentro de ellos, pues aseguran que los cambios introducidos en 2014 están aún en desarrollo y han tenido una buena evaluación de manera transversal.
Artículo de P.Toro/ C. Alonso
Fuente: Pulso