Su más absoluto rechazo al proyecto que establece un impuesto al patrimonio expresaron seis tributaristas invitados a la Comisión de Constitución de la Cámara de Diputados. Sólo uno de los seis expertos, Alfredo Ugarte, manifestó su apoyo a esta reforma constitucional que busca gravar por una sola vez con una tasa de 2,5% el patrimonio bruto sobre US$22 millones para destinarlo a financiar una renta única universal.
No hubo punto que los invitados Macarena Navarrete, Víctor Manuel Avilés, Francisco Selame, Christian Aste, Francisco Saffie y Juan Manuel Baraona, no criticaran desde la falta o debilidad de las definiciones hasta el plazo contemplado para concretar el pago.
La socia principal de EY Chile indicó que estaba comprobado que un impuesto al patrimonio no reducía la desigualdad, y expresó su duda de que en “30 días corridos” se concrete este pago de parte de las 1.572 personas que serían afectadas. “Todo su patrimonio debería valorar en un mes, estamos hablando de joyas, inmuebles, sociedades cerradas, propiedad intelectual, obras de arte artículos de lujo. Habría que establecer si se calculará el valor financiero, tributario, de mercado económico, de libros; serán por flujo o reposición. Tendríamos a todos los tasadores del país tratando de determinar valores en 30 días, mucho más que eso demora una valoración de empresas complejas”.
En la misma línea, el socio de Baraona Fischer & cía. preguntó si hablar de patrimonio era una definición correcta ya que en el campo civil, de la contabilidad y el tributario, este concepto se trata de manera diferente. “Advierto una absoluta ingenuidad del proyecto. Se habla de patrimonio bruto cuando por definición el patrimonio es neto, el bruto no existe. Ahora que se va incluir, ¿sólo los bienes adquiridos, hace cuánto tiempo?. ¿Y la propiedad intelectual? eso no tiene un valor monetario. ¿Y los derechos sociales con o sin presencia bursátil? ¿Cómo se van a tasar los bienes si están embargados? Este proyecto requerirá ley para arreglarlo, y quién lo presentará, ¿el Presidente?”, recalcó.
Saffie quien fuera uno de los asesores de la reforma tributaria de Bachelet coincidió con las críticas, y además sostuvo que sería imposible recaudar lo que se espera con un impuesto al patrimonio porque existen muchas modalidades jurídicas de traspaso de propiedad, indicando que no necesariamente todos los millones que se imputan en publicaciones mediáticas pertenecen realmente a personas individuales. “Dada la realidad global, creo que establecer un impuesto como éste es cerrar los ojos, porque va a recaudar poco o casi nada, y va a generar una insatisfacción social mucho mayor que el remedio. Va a resultar inoperante como lo fue el impuesto a la herencia”.
De hecho, los expertos insistieron en que Chile estaría remando al lado contrario de la corriente, lo cual sería sumamente riesgoso considerando que Uruguay está ofreciendo exención por 6 años a los altos patrimonios que acepten residir en ese país. “A alguien se le ocurrió esta norma para ayudar al país con la peor forma posible. No tiene lógica, está mal hecho, mal estructurado, es un fraude. Al final el país va a ser más igualitario porque habrá menos ricos y todos seremos más pobres” sentenció Aste.
Por otro lado, si bien el doctor en derecho tributario, Alfredo Ugarte coincidió con las críticas sobre los conceptos y los plazos, recordó que el espíritu del proyecto está en la doctrina alemana: “el principio de solidaridad es el fundamento de este. Estamos conscientes que en este país tenemos franquicias, alta evasión y planificación tributaria, es decir hay elementos distorsionantes que afectan la igualdad tributaria, entonces es lógico que ante un problema social se establezca un impuesto de carácter solidario”.
Fuente: Miriam Leiva, La Tercera