Artículo Opinión

04.06.2024

El derrumbe silencioso de las empresas en Chile

El derrumbe silencioso de las empresas en Chile

En los últimos años, hemos observado un fenómeno preocupante en el ámbito laboral: la disminución del compromiso y la productividad de los empleados. Esta tendencia, que algunos comparan con una “huelga de brazos caídos”, se manifiesta especialmente entre los trabajadores millennials y aquellos que realizan teletrabajo. ¿Qué está pasando con la cultura laboral en nuestro país?

La práctica del hacer “Lo justo y necesario”

Cada vez más empleados parecen conformarse con hacer lo justo y necesario en sus trabajos, dejando de lado el esfuerzo adicional que solía caracterizar a la fuerza laboral. La búsqueda de un equilibrio entre la vida personal y laboral ha llevado a muchos a priorizar su bienestar sobre el rendimiento en el trabajo. Esta práctica ha dado lugar a lo que algunos llaman “vacaciones silenciosas”, donde los empleados acumulan días de descanso que eventualmente deberán ser pagados al momento de su finiquito. Según datos recientes, el número de días de vacaciones acumuladas ha aumentado un 15% en los últimos tres años, incrementando las responsabilidades financieras de las empresas.

Teletrabajo y desempeño

El teletrabajo, una modalidad que se ha popularizado a raíz de la pandemia, ha complicado aún más la medición del desempeño. La falta de supervisión directa y la flexibilidad de horarios han contribuido a que algunos empleados reduzcan su productividad. Esta situación se agrava con la nueva ley de conciliación familiar, que permite a los trabajadores solicitar jornadas mixtas de teletrabajo para cuidar a sus hijos de hasta 14 años. Estadísticas muestran que más del 60% de los trabajadores en teletrabajo reportan dificultades para mantener el mismo nivel de productividad que en la oficina.

 ¿Trabajar menos para vivir mejor?

Parece ser que trabajar se está convirtiendo en algo que va en contra de las aspiraciones personales y la productividad de las empresas. Esta nueva “casta” de trabajadores que prefieren no trabajar tanto y disfrutar más de su tiempo libre representa una utopía insostenible en nuestra sociedad. A medida que las fuentes de trabajo se vuelvan escasas, especialmente para los millennials, la realidad económica de las empresas se verá seriamente amenazada. Estudios indican que las empresas con menor productividad tienen un 30% más de probabilidades de enfrentar crisis financieras y desaparecer.

El valor del esfuerzo

La única forma de progresar en este mundo es trabajando duro, con esfuerzo y compromiso. Los jóvenes frustrados con sus trabajos actuales tienen la opción de buscar la independencia, crear startups y gestionar sus propias empresas. Así, podrán darse cuenta de la necesidad de trabajar arduamente para salir adelante. No es posible alcanzar una mejor calidad de vida trabajando menos; por el contrario, cuando se es joven se tiene más energía para enfrentar mayores exigencias laborales. Según un informe de la OECD, los países con mayores índices de esfuerzo laboral presentan un crecimiento económico superior al 2.5% anual.

El papel de las empresas y las políticas laborales

Las últimas leyes y políticas laborales han alimentado este ambiente de conflicto entre colaboradores y empresas, generando la percepción de que las empresas explotan a sus trabajadores. Esto destruye la economía y el trabajo, afectando especialmente a las MIPYMES, que generan la mayoría de los empleos. La única solución a este problema es trabajar de forma colaborativa entre empresas y trabajadores, reconociendo que los empleados son la base de la productividad y el desarrollo. Un estudio del Banco Mundial sugiere que la colaboración laboral puede aumentar la productividad en un 20%.

Si queremos ser un país más digno y grande, necesitamos que los trabajadores y las empresas trabajen juntos, promoviendo la productividad y la eficiencia. Solo así podremos enfrentar los desafíos actuales y asegurar un futuro sostenible para todos. Es imperativo recordar que el progreso y la calidad de vida se logran con esfuerzo, educación y el desarrollo de habilidades y competencias necesarias para un mejor desempeño laboral. La única forma de avanzar es reconociendo que el esfuerzo compartido es la clave para el éxito y la prosperidad de todos.

Autor: Jorge Valenzuela F.– Gerente General y Fundador de Transtecnia S.A.

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