Con esa decisión, las camionetas dejaron de salir. Las digitadoras ya no eran necesarias para capturar datos que ahora viajaban directo desde los servidores del SII. La contabilidad de sus clientes empezó a estar disponible casi en tiempo real. Menos errores, menos costos, más confianza.
En esos mismos días, en una reunión entre contadores, don Manuel García, un profesional reconocido en Providencia, comentó con orgullo que él seguiría trabajando con digitadoras: “me cuestan poco y además me hacen otros trámites”. Su voz sonaba segura, pero en realidad estaba firmando su propia sentencia. Mientras don Carlos crecía, don Manuel se fue quedando atrás. Sus servicios perdieron valor, sus clientes se marcharon, y terminó sobreviviendo con apenas unos pocos.
La historia tiene moraleja: el progreso no espera a nadie.
Hoy, otra revolución golpea la puerta. La contabilidad ya no es solo para cumplir y archivar, sino para gestionar y decidir. Nace un nuevo lenguaje de los negocios: el Ecosistema Fintech Contable (EFC), que convierte los números en estrategia, control y futuro.
Al igual que entonces, hay dos caminos:
📌 Adaptarse, como don Carlos, y crecer.
📌 Resistirse, como don Manuel, y volverse irrelevante.
La elección, otra vez, está en manos de cada contador. Si quieres continuar la historia de don Carlos… ¡ Contactanos !
1 comment on “El fin de las camionetas de don Carlos”
Me parece bien el comentario hay que adaptarse a las nuevas tecnologías