Así se desprende del artículo publicado el domingo 16 de febrero en el diario El Mercurio, de las afirmaciones que la autoridad hace respecto de la nula importancia que posee la contabilidad en las empresas y los servicios de los contadores. Decir o insinuar que más de un millón de empresas no necesitarán llevar contabilidad ni tampoco requerirán de los servicios de un contador, no solo confunde al mercado, sino que denota ignorancia respecto del rol que tiene la contabilidad en cualquier tipo de negocio.
Así se desprende del artículo publicado el domingo 16 de febrero en el diario El Mercurio, de las afirmaciones que la autoridad hace respecto de la nula importancia que posee la contabilidad en las empresas y los servicios de los contadores. Decir o insinuar que más de un millón de empresas no necesitarán llevar contabilidad ni tampoco requerirán de los servicios de un contador, no solo confunde al mercado, sino que denota ignorancia respecto del rol que tiene la contabilidad en cualquier tipo de negocio.
El nuevo régimen Propyme define el uso de una planilla de ingresos y gastos para determinar la base imponible en sustitución de la contabilidad como herramienta tributaria para establecer la base. Es claro que resulta más simple determinar la base de los impuestos sobre ingresos y gastos; aún más fácil habría resultado aplicar una tasa de presunción sobre el total de las ventas, ni siquiera se necesitaría hacer una planilla. Pero de ahí a afirmar que dado este cambio ya no se necesitará la contabilidad ni tampoco a los contadores, es un despropósito y absoluta ignorancia respecto de lo que son las finanzas.
Existen dos mundos muy distintos que se rigen por normas y principios diferentes: el mundo tributario que se rige por leyes y principios tributarios donde la autoridad en esa materia es el SII y otro mundo muy distinto, que no es local, ni es propio de nuestro país; es el mundo financiero, es internacional y se administra por principios totalmente ajenos a la tributación, donde la autoridad es LA CONTABILIDAD. Hecha esta aclaración, es claramente una aberración decir que, por razones tributarias, dejará de usarse la contabilidad.
Es tal la confusión que crea este tipo de afirmaciones que cualquier empresario que tiene un departamento o área de contabilidad, pensaría que debe eliminar la contabilidad de su empresa y sustituirla por una planilla de ingresos y gastos, y también pensaría en despedir a su contador, porque no le servirá. Seguramente, usted sabe de la utilidad que posee el manejo de sus finanzas en su negocio, más allá del aprecio por un buen servicio de un buen profesional contador.
Tiene sentido simplificarles la vida a las Pymes en relación al cumplimiento de sus obligaciones tributarias; es necesario y justo que así sea, pero plantear y extremar posiciones diciendo que no se necesita a los contadores ni a la contabilidad, es equivalente a señalar que “hay que eliminar a los políticos y a la política para gobernar un país”, porque no sirven. Lo cierto es que ambas declaraciones son una aberración y desnudan ignorancia de quien las dice.
Aunque no nos gusten los políticos y los contadores, aun cuando mayoritariamente sean percibidos como un “mal necesario”, la solución no pasa por eliminarlos o sustituirlos; en este caso, la solución pasa por buscar buenas personas que hagan “buena política” y contadores profesionales que aporten valor con la contabilidad y los servicios que entregan a las empresas y a los negocios de la Pyme. Se debe entender que la contabilidad es el principal y único sistema de información financiera que permite medir, controlar y gestionar el estado de un negocio.
No contar con una contabilidad significa pretender gestionar un negocio manejando a ciegas las finanzas. La contabilidad es un sistema de información que se rige por normas y principios, no es siquiera comparable con una planilla de ingresos y gastos o cualquier otro tipo de planillas. Por otra parte, las empresas si no cuentan con información confiable para tomar decisiones de negocio, lo harán solo en base a intuición de manera reactiva y eso las llevará al fracaso.
No llevar contabilidad, sin duda, generaría una grave situación para el control del negocio. Lo que no se mide, no se controla y lo que no se controla, no se gestiona. Cabe aquí preguntarse ¿por qué las empresas Pymes tienen tan bajos indicadores de productividad?.
Son más de un millón, son todas las empresas independientes del tamaño de su negocio, o emprendedor las que requieren y DEBEN LLEVAR CONTABILIDAD… pero aclaramos, no la contabilidad que llevan hoy. Todo empresario necesita apoyar sus decisiones de negocio basado en información financiera que emane de una contabilidad fidedigna.Llevar al día el registro de las cuentas de la empresa permite tener visibilidad en todo momento de cuál es la situación del estado del negocio. La mayor utilidad de la contabilidad está en proveer oportunamente y de manera proactiva a la empresa de información financiera fidedigna, característica que lamentablemente a la fecha no se ha cumplido.
Por otra parte, decir que “se acabaron los contadores”, por cierto, requiere de una aclaración. La verdad es que el contador que presta servicios a las empresas basados principalmente en hacer declaraciones de impuesto a las empresas, desaparecerá; no hay duda alguna en esta afirmación. El único “trabajo” que le va quedando a este tipo de servicios tradicionales es preparar y confeccionar las declaraciones juradas, que con el tiempo tampoco será necesario que los contadores “hagan”. La tecnología, la automatización y la digitalización se encargarán de reemplazar de manera mucho más eficiente esa tarea. ¿Tiene alguna duda de ello?
En ninguna parte del mundo han desaparecido los contadores; por el contrario, en las economías más desarrolladas, los contadores son uno de los principales profesionales, los mejor pagados y bien reconocidos. Chile presenta una realidad totalmente opuesta, en parte por nuestro subdesarrollo económico y cultural, pero principalmente porque no se le ha dado la importancia que tiene la contabilidad en las finanzas, en el negocio de la empresa. La contabilidad siempre ha sido vista tributariamente (ignorancia). Ahí ha estado el principal problema, porque la contabilidad siempre ha sido financiera, no tributaria.
El escenario actual es, sin duda, disruptivo. La forma de tributar está cambiando y los contadores tradicionales, dedicados principalmente a servir al SII, van a desaparecer más pronto de lo esperado. Si no es la tecnología, será el mismo SII quien se encargará de hacerlos “desaparecer”. Son miles los contadores que están muy confundidos y no saben cómo enfrentar el futuro, pero hay una muy buena noticia para ellos, porque existe una oportunidad… ¡Deben transformarse y aprender a entregar a las empresas lo que necesitan para ser más grandes y mejores empresas!. El contador debe ser el principal consultor de negocio y la contabilidad la herramienta más importante para lograr tan digno propósito.
Un gran desafío. El contador dejará de ser parte de un “mal necesario” como lo es apoyar los trámites y cumplimiento tributario. Llegó la hora de ver y pensar en las Pymes; llegó la hora de apoyar a las Pymes con información financiera útil, fidedigna y oportuna. Ellos lo agradecerán y el país también, porque necesitamos empresas más eficientes, sustentables y proactivas.
Jorge Valenzuela F.
Gerente Comercial y Socio de Transtecnia
Muy de acuerdo con el artículo, los empresarios deben aprender de los estados financieros y utilizarlos para gestionar sus negocios. La opinión del SII sobre los contadores es absolutamente limitada.