Una lección en pleno cierre de mes
Días antes de un cierre contable, recibí la llamada de nuestra gerente de administración y finanzas.
Estaba preocupada, un poco asustada; quedaban solo tres días para el cierre y el presupuesto de ventas del mes parecía inalcanzable.
Después de escuchar sus argumentos, le respondí algo que quizás sonaba poco técnico en ese momento:
“Piensa en positivo.”
Su reacción fue de sorpresa, casi de incredulidad. ¿Cómo se puede pensar en positivo cuando los números no cuadran? Sin embargo, al llegar el cierre de mes, ⁸no solo alcanzamos el presupuesto, sino que lo superamos con un crecimiento de más del 35%.
No fue casualidad, ni una venta extraordinaria de último minuto. Fue la suma de muchas operaciones que se activaron en esos días, impulsadas por un equipo que no se paralizó frente al pesimismo.
Qué significa realmente “pensar en positivo” en la empresa
En los negocios, pensar en positivo no es ingenuidad ni autoengaño. Es una estrategia de liderazgo y gestión. Significa:
● No rendirse antes de tiempo, aunque el escenario parezca adverso.
● Confiar en tus capacidades y en tu equipo para revertir situaciones difíciles.
●Mantener la energía alta, porque un líder pesimista contagia miedo, pero un líder positivo moviliza acción.
El pensamiento positivo es como un motor invisible: activa decisiones, abre oportunidades y hace que el equipo trabaje con esperanza en lugar de resignación y frustración.
Mi experiencia personal como emprendedor
Desde pequeño aprendí a ver la vida en positivo. No estuve exento de problemas ni fracasos, pero descubrí que en mis peores momentos surgían los aprendizajes más valiosos.
Cuando algo era imposible de cambiar a pesar de mis esfuerzos, entendí que había que soltar y seguir adelante.
También comprendí la importancia de alejarse de las malas influencias: personas negativas, ambientes tóxicos o “malas vibras” que terminan saboteando tu crecimiento.
Ser gemelo quizás me dio una mirada distinta de la vida. Al nacer, tenía solo la mitad de probabilidades de estar aquí. Esa experiencia me marcó: entendí que la vida es un milagro y que estar vivos, en este tiempo y lugar, ya nos convierte en seres afortunados con la oportunidad de crear valor y ser felices.