Para algunas empresas, que las cuentas no cuadren puede ser un horror pero, para otras, independiente de su tamaño, puede significar la quiebra; ¿recuerda el caso de Enron? Remontarse al 2 de diciembre de 2001 es hacerlo a uno de los mayores escándalos de la historia económica en EE.UU. Ese día, la empresa energética Enron se declaraba en quiebra. Primer distribuidor energético a nivel global, facturaba 100.000 millones de dólares. La compañía descubrió, en toda su expresión, lo que es la ingeniería contable: pasivos que se convirtieron en activos, préstamos que se computaban como ingresos, deuda maquillada, beneficios inflados… A ojos de la contabilidad, todo rozaba la perfección, todo aparentemente “cuadraba”.

Enron era considerada una de las mejores empresas de Estados Unidos. En una revisión de las cuentas por parte de las autoridades contables, aparecieron deudas escondidas y elementos ocultos fuera de balance, que daban la impresión de que la empresa estaba saneada. Sin duda, ahí existía dolo o fraude en el manejo de la contabilidad de esa compañía.

¿Pero qué pasa con el manejo de las cuentas contables y la contabilidad de las pymes?, ¿cuentan con información fidedigna?, ¿sus cuentas cuadran?  Se puede afirmar que la mayoría de las empresas en Chile son honestas, esforzadas y resilientes. Pero la pregunta clave es: ¿sus cuentas cuadran? O dicho de un modo más preciso, ¿su contabilidad refleja la realidad de su negocio? Los empresarios que están leyendo este artículo o los gerentes de administración y finanzas, saben la respuesta; y les puedo asegurar que, en el mejor de los casos, la respuesta a la pregunta por el estado de su contabilidad será “está más o menos nomás” o algunos dirán: “No lo sé, eso lo ve mi contador”.

Todos estamos conscientes de que el mundo cambió, que vienen tiempos difíciles, especialmente en lo económico. Les puedo asegurar que tener meridiana claridad en sus cuentas financieras, no poseer certidumbre de su realidad económica como empresa ni “cuadradas sus cuentas”, puede poner en riesgo a su empresa. Pretender manejar y superar esta crisis desde el “más o menos” es un gran riesgo; para superar esta crisis económica, tendremos más posibilidades y ventajas si conocemos con precisión la realidad de nuestro estado financiero.

También es necesario entender que es vital, primero, que las cuentas “cuadren” y, además, para tener certidumbre y reflejo de la realidad, entender que en el único sistema de información donde las cuentas deben cuadrar es en un sistema contable. Ahí se aplica, entre otras, la técnica de la “partida doble”, técnica que permite darles consistencia a los datos financieros. No le sirve reemplazar la contabilidad por otra aplicación tecnológica, llámese planilla electrónica u otras del tipo Chipax, Clay o similares, por muy modernas y atractivas que parezcan.

Un banco o un inversionista le pedirá siempre un balance o un estado de resultado para analizar y conocer su negocio; no les sirve ningún otro informe si este no emana de la contabilidad y, por supuesto, con las cuentas debidamente “cuadradas”. Esta es una de las razones por las cuales renovaremos la contabilidad, la haremos más útil, relevante y reconocida por las empresas. Pronto descubrirá la contabilidad como nunca antes la ha visto al trabajar su contabilidad con Confinanzas.