El rezago que se está viendo entre las cifras de crecimiento económico y los datos de generación de nuevos puestos de trabajo se ha tomado la agenda económica del Gobierno y ha despertado inquietud entre los economistas y los empresarios.

Mientras la economía chilena acumula una expansión a septiembre de un 4,2% y los indicadores de inversión van al alza (las importaciones de bienes de capital crecieron 40% en octubre), el último registro de la tasa de desocupación nacional que mide el INE alcanzó un 7,1%, frente a un 6,7% en igual trimestre del año anterior. La cifra estuvo marcada por una fuerte desaceleración en la creación de empleo, que solo subió 0,5% (42.890 puestos) en doce meses, el menor avance desde 2010, fecha desde la que se aplica la actual encuesta de empleo.

El dato del INE, además de instalar la interrogante respecto de si el empleo es o no el punto débil de la gestión económica del Ejecutivo, abrió el debate sobre los fundamentos que están detrás del retraso en el traspaso de las mejores cifras macroeconómicas al mercado laboral.

Durante la semana el primero en plantear su preocupación por el tema fue el expresidente del Banco Central y decano de Economía de la Universidad de Chile, José De Gregorio. “En una economía que crece cerca del 4%, el empleo creciendo a 0,4%, la décima parte, no es normal”, aseguró el economista, quien estimó que “normalmente” si la economía crece al 4%, el empleo debería aumentar en 2%.

Luego, en una columna publicada en “El Mercurio”, el presidente de la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC), Alfonso Swett, apuntó que los datos muestran que no se están dando las elasticidades históricas de empleo respecto del crecimiento. “En términos simples, si el país creció 4,2% a septiembre, el empleo debió haberlo hecho un 2,5 % y no un 1,8%, que fue lo que creció. O sea, se generó un 29% menos de los 211.845 empleos que se deberían haber creado”, explicó Swett.

El dirigente empresarial atribuyó el rezago al fenómeno de las migraciones que no estaría siendo medido, la economía digital y la necesidad de perfeccionar la reforma laboral.

También desde el empresariado, los presidentes de la Cámara Nacional de Comercio, Manuel Melero, y de los industriales (Sofofa), Bernardo Larraín -desde la cumbre APEC en Papúa Nueva Guinea-, reconocieron la menor generación de empleo y la necesidad de impulsar más el crecimiento. Ambos sectores son los más relevantes en número de trabajadores en la economía, pero en 12 meses 8.440 y 10.092 plazas, respectivamente (ver infografía).

Fallas metodológicas

Entre las razones que también están detrás del rezago surgió entre los economistas la hipótesis de que la encuesta de empleo del INE estaría subestimando una mayor creación de puestos de trabajo. Según David Bravo, director del Centro de Encuestas y Estudios Longitudinales de la Universidad Católica, “el que estemos creciendo en empleo bajo 1% y no al 2% se explica por la discrepancia que hay con los registros administrativos (AFP y seguro de cesantía). Este no es un problema menor, lamentablemente es un tema metodológico que tiene consecuencias importantes, por ejemplo, en expectativas económicas”. Agrega que “no se sabe exactamente cuál sería la tasa de desempleo, tenemos 50 mil personas que no estamos contando bien y que están ocupadas, eso podría ser medio punto menos de desempleo”.

Similar visión tiene el gerente de estudios de Gemines, Alejandro Fernández: “No hay ninguna explicación muy sofisticada. Lo primero es que las cifras de creación de empleo del INE no son confiables y el Banco Central así lo ha dicho cuando ha preferido usar los datos administrativos. Vinculado a lo mismo, el INE revisó las cifras de remuneraciones y quizás tendría que hacer lo mismo con las de empleo”.

Sergio Lehmann, economista jefe del BCI, apunta a las rigideces de la legislación laboral y también a problemas metodológicos en el rezago de las cifras de empleo. También cree que “hay cierta disposición de empresas, especialmente en el retail , a canalizar sus esfuerzos en canales digitales, donde se requieren menos trabajadores, por lo tanto en el comercio hay algún grado de destrucción de empleo”.

Desde el Ejecutivo han reconocido que la migración y la economía digital estarían detrás del rezago. El ministro de Agricultura, Antonio Walker, incluso advirtió que las últimas heladas también golpearían el empleo. Pero el titular del Trabajo, Nicolás Monckeberg, es más optimista: “Las cifras tanto de los registros administrativos como las del INE dan cuenta de que hoy en Chile estamos creando muchos más y mejores empleos que los que se creaban el año pasado. Por supuesto que eso no es suficiente, nuestra tarea es acelerar el ritmo”.

Artículo de: Juan Pablo Palacios

Fuente:  Economía y Negocios

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