La cifra significó un descenso de 5,0 puntos porcentuales (pp.) en doce meses, debido a que el alza de la fuerza de trabajo (4,3%) fue menor que la presentada por la población ocupada (10,1%). Las personas desocupadas disminuyeron 46,2%, incididas únicamente por quienes se encontraban cesantes (-46,0%).
La tasa de desocupación de las mujeres se situó en 7,2% y la de los hombres, en 3,8%, decreciendo 3,5 pp. y 6,3 pp., respectivamente.
El alza de las personas ocupadas extranjeras fue incidida tanto por las mujeres (9,2%) como por los hombres (10,8%). Por sector económico, influyeron comercio (16,5%), industria manufacturera (26,9%) y construcción (18,2%), mientras que por categoría incidieron las personas asalariadas privadas (13,3%) y las personas trabajadoras por cuenta propia (6,2%).
Por nivel educacional, en tanto, la expansión de la población ocupada fue impulsada por la educación secundaria (14,2%), educación universitaria (18,3%) y educación primaria (5,6%).
Informalidad laboral
La tasa de ocupación informal de la población extranjera se situó en 28,6%, lo que marca un incremento de 0,9 pp. en un año. En las mujeres, la tasa llegó a 26,6% (baja anual de 2,9 pp.) y en los hombres, a 30,2% (alza de 4,0 pp.).
Las personas extranjeras ocupadas informales aumentaron 13,9%, incididas solo por los hombres (27,5%).