El gobierno ha justificado su propuesta de aumentar impuestos con la idea de que Chile debe tener tasas de tributación semejantes a las prevalecientes en la OCDE.
Si bien es importante aspirar a parecerse a los países de la OCDE, es más realista dar un paso intermedio que le permita a Chile aproximarse a las tasas de tributación de los países de la OCDE de ingresos superiores pero cercanos al nuestro. De acuerdo con el Banco Mundial, el ingreso per cápita promedio a paridad de poder de compra de los países de la OCDE distintos de Chile (que denominaremos países OCDE) es de cerca de US$ 52.000 anuales, el de la mitad de los países de la OCDE con niveles de ingresos per cápita inmediatamente superiores al de Chile (que denominaremos países OCDE1) es de casi US$ 40.000 anuales, mientras que el de Chile es algo más de US$ 29.000 anuales.
Vamos viendo. Según estimaciones de la autoridad que incluyen el nuevo royalty, la tasa efectiva de impuestos aplicable al sector minero en Chile alcanzaría un 42% (48%) con un precio del cobre de 3,3 (4,0) dólares la libra. Usando datos del FMI, la tasa efectiva de tributación promedio en los 9 principales países productores de cobre del mundo distintos de Chile alcanza un 40%, mientras que en el caso de los principales países de la OCDE que producen cobre en el mundo es de solo un 36,2%.
La reforma tributaria considera reducir la tasa del impuesto a las utilidades de las empresas de 27% a 25%, solo si la diferencia de 2% es invertida en investigación y desarrollo. En cambio, la tasa promedio del impuesto a las utilidades de las empresas en los países OCDE es de un 23,2% y la de los países OCDE1 alcanza un 22,3%.
Con la reforma, la tasa tributación total a los dividendos llegaría a un 43% en Chile y superaría a la tasa promedio de 42% de los países OCDE y a la tasa promedio de los países OCDE1 de 36,7%.A su vez, la tasa tributación máxima a los ingresos llegaría a un 43%, similar a la del promedio de los países OCDE, pero superior a la tasa promedio de los países OCDE1, que alcanza un 38,4%.
La reforma tributaria considera establecer una tasa de tributación a las ganancias de capital en instrumentos bursátiles de 22% igual a la de los dividendos. Un estudio de Tax Foundation permite concluir que el promedio de la tasa de tributación marginal máxima a los dividendos (a las ganancias de capital) alcanza un 24,1% (18,6%) para los países OCDE y un 18,6% (14,0%) para los países OCDE1.
El proyecto del gobierno pretende instaurar un impuesto a la riqueza pese a que una abrumadora mayoría de países OCDE (31) y de países OCDE1 (16) no lo tienen.
La reforma también incluye un impuesto del 5% sobre una parte del patrimonio de las personas que modifiquen su domicilio tributario. Pero dicho impuesto difiere del que aplican varios países de la OCDE que consiste en gravar las ganancias de capital acumuladas aún no realizadas hasta el momento del cambio de residencia tributaria.
La evidencia anterior muestra que la reforma desfavorece la posición competitiva de Chile, lo que junto a una amplia movilidad internacional de capitales y del trabajo más calificado, hará muy difícil que el gobierno logre obtener la recaudación tributaria buscada. Se producirán además efectos muy negativos en los incentivos a invertir y a trabajar en Chile, perjudicando nuestro crecimiento económico futuro. Por ello, el gobierno debiese reformular su proyecto de reforma tributaria.