Cuando el cliente también paga el precio.
Aunque a primera vista una oferta más barata o un trato informal pueda parecer conveniente, los clientes que confían en empresas sin ética comercial también se arriesgan. Algunos de los efectos más comunes:
📌 Errores graves en la contabilidad o en el cálculo de impuestos, que derivan en multas del SII o en problemas laborales.
📌 Pérdida de acceso a la información: muchas veces, al terminar el vínculo con estas empresas, el cliente no recibe respaldo de sus datos ni entrega formal de su documentación.
📌 Riesgo reputacional: una mala práctica contable puede dejar huellas en los registros financieros de la empresa cliente, afectando su acceso a financiamiento o relaciones con terceros.
📌 Servicios sin continuidad ni respaldo legal: al no estar debidamente constituidas, muchas de estas firmas no pueden garantizar la continuidad operativa, ni responder ante errores.
Casos reales: sanciones y consecuencias.
En los últimos años, han aumentado las denuncias ante la autoridad por casos de competencia desleal y malas prácticas en el rubro. Algunos ejemplos ilustrativos:
📌 Empresas contables sancionadas por el SII por ofrecer servicios de declaración tributaria utilizando RUTs de terceros sin autorización.
📌 Multas laborales a firmas que, en su rol de asesores, recomendaron prácticas contrarias al Código del Trabajo o que no cumplieron con las normativas de remuneraciones.
📌 Juicios civiles iniciados por empresas víctimas de excolaboradores que copiaron sistemas, clientes y métodos de trabajo, vulnerando contratos de confidencialidad y causando daño económico verificable.
Conclusión: Todos pierden con la competencia desleal.
La competencia desleal no es un problema exclusivo de quienes la sufren directamente: debilita todo el ecosistema contable, empobrece el estándar del mercado y pone en riesgo a los propios clientes que se ven atraídos por ofertas sin sustento.
Combatirla requiere compromiso, denuncia oportuna y un cambio cultural: valorar la ética profesional, la inversión en calidad y la responsabilidad a largo plazo. Porque cuando la confianza desaparece del servicio contable, la estabilidad de las empresas también se tambalea.