En una tensa sesión que duró más de una hora, el superintendente de Bancos, Mario Farren, hizo su estreno como regulador esta mañana en la Comisión de Economía del Senado para comentar lo ocurrido en Banco de Chile luego de que ingresara un virus a la entidad el pasado 24 de mayo.
En la ocasión, Farren detalló lo ocurrido el 24 de mayo en la entidad ligada al grupo Luksic y Citibank: el incidente derivó en la activación de planes de contingencia de la entidad, donde el banco resolvió desconectar equipos, lo cual impactó la operación, fundamentalmente en sucursales, banca telefónica, pero también en otro ítem que hasta ahora no se conocía: el sistema de pago de alto valor, es decir, en la capacidad que tiene el banco para transferir montos grandes en el sistema interbancario al operar con otras instituciones financieras. Para esto último, Banco de Chile se trasladó al Banco Central.
De este modo, desde el Central, con información de Banco de Chile cargada en un pendrive, se realizaron los pagos de alto valor, por lo que no se afectó la cadena de pagos, detalló el regulador. Eso sí, aclaró que la calidad del servicio a los clientes se vio afectada luego de que las sucursales no pudieran funcionar.
Además, el regulador comentó que este lunes se instalaron en las dependencias de Banco de Chile, y aclaró que no se constituyeron apenas ingresó el virus (24 de mayo) “porque íbamos a ser un estorbo, porque el banco estaba en ese minuto determinando exactamente qué es lo que había ocurrido, porque lo único que sabían ellos es que se les habían caído 9.000 terminales en las sucursales”, dijo.
El regulador detalló que hasta el momento hay 56 reclamos de clientes, de los cuales se han solucionado 32, hay en proceso de solución 10, y 14 reclamos pendientes, según información entregada por Banco de Chile.
Uno de los temas que destacó el superintendente, es que no se ha reportado una afectación de cuentas ni en la información de los clientes. Ahora el banco se encuentra en los procesos “de determinar si hubo afectación de cuentas propias. Este es un análisis forense”, comentó Farren. Lo anterior, para ver cómo ingresó el virus y los protocolos que pudieran haberse violado.
Por otro lado, el regulador señaló que la Superintendencia de Bancos (SBIF) desde que conoció el incidente se ha juntado con la dirección y gerencia de Banco de Chile entre cuatro y cinco veces, en algunas ocasiones dos veces al día, y han conversado de forma diaria con la gerencia del banco.
Asimismo, dijo que la SBIF se ha coordinado con el Banco Central, el Ministerio de Hacienda, y el Comité de Supervisión Financiera. Adicionalmente, contactaron a la Asociación de Bancos para establecer si hubo riesgo de contagio y para entender las acciones que los bancos estaban tomando para prevenir un contagio.
En ese sentido, el regulador comentó que la recomendación que le hicieron a Banco de Chile tras la falla informática, es que compartiera la información de lo ocurrido con el resto de los bancos para que pudieran tomar medidas y aplicar parches para detener estos virus.
Con todo, Farren confesó que cuando asumió como regulador el mes pasado, pensó que otros eran los temas más importantes que tendría que abordar como superintendente, pero tras el ingreso del virus a Banco de Chile, enfatizó que ciberseguridad “va a ser el foco de mi gestión”.
En esa línea, dijo que buscará perfeccionar la normativa de ciberseguridad para crear, por ejemplo, protocolos que obliguen a las instituciones a estar operando antes de cuatro horas cuando tengan fallas en sus operaciones, como ocurre en otros países, y reportar incidentes antes de una hora.
Adicionalmente, comentó que están trabajando para desarrollar dentro de la SBIF la capacidad técnica y tecnológica de entender este tipo de temas en profundidad al interior de la entidad.
Artículo de Mariana Marusic
Fuente: Pulso