Previo al inicio de una nueva discusión tributaria a partir del proyecto de modernización del sistema que enviará el Gobierno antes del 11 de septiembre, un análisis del centro de estudios financieros del ESE Business School de la Universidad de los Andes reveló que la recaudación fiscal de la reforma del año 2014 está por debajo de lo previsto.
Tomando en consideración la información del último informe financiero de la iniciativa, que establecía lo que se esperaba recaudar en términos del PIB, producto de los aspectos permanentes de la reforma, y las cifras de recaudación informadas por la Dirección de Presupuestos (Dipres) y el Servicio de Impuestos Internos (SII), el informe muestra que dejando afuera la recaudación de impuestos de la Gran Minería del Cobre -que se vio afectada por la caída del precio del metal-, entre los años 2013 y 2017, la recaudación vía impuestos aumentó de 15,6% a 16,7% del PIB, es decir, algo más de un punto. Sin embargo, la meta de la reforma era un aumento de 2,3 puntos para ese año.
En el mismo período, los ingresos por impuesto a la renta, sin minería, pero incluyendo lo que se debería haber obtenido por reducción de evasión y elusión, subieron de un 5,5% a un 6,5% del PIB, también por debajo de lo que se esperaba en el informe financiero, que fijaba una meta de 1,26 puntos de mayor tributación.
El informe de la U. de los Andes precisa que dicha recaudación por renta incluye los elementos transitorios de la reforma, como el impuesto a la repatriación de capitales, que recaudó un 0,7% del PIB en 2015, y el impuesto sustitutivo del FUT, que sumó un 0,1% del PIB en 2015, un 0,4% en 2016 y un 0,5% en 2017.
Se advierte que si se limpian de la recaudación dichos elementos, los ingresos vía impuestos a las rentas del capital y del trabajo aumentaron solo un 0,5% entre 2013 y 2017. El documento incluso señala que si se compara con 2012, que fue el último año de un dinamismo económico importante, el aumento de recaudación por renta es solamente de un 0,2% del PIB.
En el caso de los impuestos específicos, la tributación cae levemente en términos del Producto entre 2013 y 2017, de un 2% a un 1,8% del PIB, por lo que tampoco en este caso la reforma tuvo los efectos proyectados.
El IVA fue el único tributo cuya recaudación subió en el período, de un 8% a un 8,4% del PIB. El informe, sin embargo, asegura que esto no es explicado principalmente por la reforma, sino por la introducción de la factura electrónica.
Hasta mayo de 2018 -año en que la reforma ya está en régimen-, las cifras de recaudación tributaria no minera muestran un aumento de solo 0,5% real, en comparación con un aumento del Imacec de 4,7%.
La economista Cecilia Cifuentes, que estuvo a cargo del análisis, concluye que las cifras “muestran en forma bastante clara que la Reforma Tributaria de 2014 ha tenido hasta ahora resultados sumamente modestos en términos de recaudación. Por lo tanto, el argumento de que no se puede revertir la reforma debido al daño fiscal que eso podría generar, no tiene mucha validez”.
Artículo de J.P. Palacios
Fuente: Economía y Negocios