El ministro del Trabajo, Nicolás Monckeberg, adelantó hace algunas semanas la próxima tramitación de un proyecto de ley para reconocer, regular y proteger el trabajo remoto en Chile. La iniciativa permitiría trabajar, de forma protegida, desde un lugar distinto a las instalaciones de la empresa.
Se trata de una forma de trabajar que, a consideración de diversos expertos, potencia la calidad de vida de los trabajadores e incrementa la productividad laboral.
Según el diputado de Renovación Nacional Eduardo Durán, este proyecto podría ser provechoso para aquellas personas que, actualmente, están marginadas del mercado laboral: adultos mayores, mujeres que no tienen acceso al mercado laboral (muchas son profesionales), personas que sufren algún tipo de discapacidad e, incluso, a otro mundo social de riesgo vulnerable: las personas privadas de libertad.
Durán señala que el espíritu de este proyecto es que más personas puedan entrar al mercado laboral gracias a este sistema de trabajo. Ahora bien, señala que el empleador que le ofrece o conviene con el trabajador un contrato de teletrabajo, debe vigilar y preocuparse de que ese lugar remoto cuente con todas las condiciones necesarias para que la persona pueda desempeñar bien sus funciones.
“La norma debe contener el resguardo de la seguridad o las condiciones mínimas para trabajar, tales como insumos y materiales de trabajo. Del mismo modo, dice que debería normar algunos temas más cotidianos como, por ejemplo, el pago de internet de la casa, porque se utiliza para trabajar. Lo mismo con el consumo de la luz y el teléfono, entre otros. Hay varias regulaciones mínimas que se deben trabajar y discutir”, apunta el diputado.
A la altura de los tiempos
Isaías Sharon, psicólogo laboral y director ejecutivo de Smart Coach, considera que es importante avanzar en esta materia para tener una legislación laboral moderna y a la altura de las muchas formas que toma el trabajo. A juicio del experto, en un mundo caracterizado por la innovación, la tecnología y los cambios constantes, no solo resulta fundamental implementar este tipo de políticas, sino también acompañarlas para que su ejecución sea correcta.
“Es una oportunidad para los trabajadores actuales y para las personas que se encuentran por fuera del mercado laboral, pero también para las organizaciones, que tienen muchos desafíos para poder ser empresas que aportan no solo en la generación de riqueza, sino también en el cuidado de las personas y del medio ambiente en el que se desarrollan. Para llegar a eso tenemos que prepararnos, estar dispuestos a aprender, cambiar y construir nuevas formas de relacionarnos laboralmente”, destaca el experto.
Amigable con el ambiente y las personas
Giancarlo Cristi, encargado de Proyectos de TuPrimeraPega, indica que quizá uno de los mayores beneficios de este proyecto de ley es que eliminaría los tiempos de traslado de los trabajadores, que fluctúan, como mínimo, entre una y dos horas diarias, alcanzando, incluso, cinco horas.
“El cansancio que le puede significar al empleado todo este tiempo de transporte influye en su efectividad y en su productividad. Si eliminamos esta barrera con el teletrabajo , se generaría una sinergia positiva en el rendimiento del trabajador, en el de la empresa y, por ende, en la productividad nacional”, indica.
Artículo de Rosa Martínez
Fuente: Economía y Negocios