Con un aumento de 11,6% en recaudación tributaria, la que llegó a $ 34,3 billones (unos US$ 54.000 millones), Ximena Hernández cree que 2018 fue un buen año. La Tesorera General de la República no obstante, ahora está enfocada en la introducción de nuevas tecnologías que harán más expeditos y eficientes los procesos que le permita seguir en esta línea.
“Queremos transformar a la Tesorería en un referente a nivel nacional e internacional en lo que es eficiencia, gestión ágil, transparente, segura y moderna de todos nuestros procesos y servicios”, dice. La entidad cumple fundamentalmente una función recaudadora y de distribución de los recursos a entes públicos, como municipios.
Desde su llegada al servicio, en julio de 2018, la tesorera se ha focalizado en cinco ejes: resultados, innovación y modernización, gestión de riesgo y orientación hacia sus funcionarios.
Si bien la recaudación depende en gran parte de crecimiento económico, Hernández destaca que también debe contribuir la facilitación para el cumplimiento de los contribuyentes y la cobranza coactiva de deudas morosas, ámbitos cuya eficiencia se busca optimizar con la modernización tecnológica.
En 2018, el servicio habilitó el pago de las contribuciones de bienes raíces y otros impuestos a través del celular, lo que se está potenciando. También hizo un convenio con Paypal Multicaja de modo que los contribuyentes puedan pagar este impuesto desde el exterior y otro convenio con IPS Chile Atiende. Además, hoy trabaja en conjunto con BancoEstado para dar mayor acceso a través de su red de sucursales.
También hay un plan piloto para quienes siguen prefiriendo hacer sus trámites de manera presencial, mediante la instalación de quioscos o totem de atención en la Región Metropolitana y la V Región, que luego se irá replicando por el país. “Queremos que cuando el contribuyente venga y traiga sus problemas, se vaya con una solución”, señala.
Por otra parte, la tesorera espera una mejora en los resultados de la cobranza coactiva de la deuda morosa, a través de un acercamiento a los contribuyentes y de la interoperatividad que van a tener con los otros servicios. En función de sus atribuciones, se mantiene la política de condonaciones de multas e intereses a través de convenios de pago con los contribuyentes morosos. La regularización de la morosidad tiene un plazo de hasta 24 meses, acota.
De cara a la Operación Renta 2019, Hernández señala que uno de los desafíos para la Tesorería y el Servicio de Impuestos Internos (SII), es que la devolución de impuestos se realice digitalmente, lo que reduce costos, es más rápido, seguro y eficiente. En 2018 más del 94% de los reembolsos se hizo electrónicamente.
Sobre la devolución de impuestos a los trabajadores independientes, a los cuales se les restarán deudas previsionales, de educación y salud, dice que con el apoyo de tecnología y el procesamiento de datos, la Tesorería va a retener el porcentaje que indique el SII para luego distribuirlo entre las entidades que corresponda. La institución tiene el know how para hacer retenciones y compensaciones de deuda como lo viene haciendo hace años con las pensiones alimenticias y créditos universitarios, entre otros.
Hernández hace hincapié en el proceso de innovación y modernización continua en la Tesorería para hacer más eficientes los procesos, así como en la gestión de riesgo. Desde fines de 2018 se trabaja en una plataforma híbrida, de modo de migrar datos a la nube, aunque los sistemas más confidenciales, estratégicos y más críticos se quedarán en el data center interno.
En su transformación digital, la Tesorería también explora el concepto de blockchain . El servicio opera con más de 20 instituciones para botones de pago, lo cual implica un esfuerzo importante para cuadrar y conciliar los datos, proceso que sufre retrasos cuando se cae el sistema. Con el blockchain , la consolidación de datos es simultánea y tiene trazabilidad por lo que, si se cae internet, será posible saber en qué banco se realizó el pago en forma inmediata. Actualmente el sistema está en prueba con BancoEstado y Bice como recaudadores y el Conservador de Bienes Raíces y Municipalidad de Peñalolén como operadores.
Otro de los proyectos es “Cero Papel”, no solo por sus efectos económicos y medioambientales; también por agilidad y disponibilidad de información. “Está interrelacionado con el proyecto de modernización tributaria de tener una carpeta electrónica de nuestros contribuyentes y una iniciativa concreta es la publicación de avisos de remate en medios electrónicos en lugar de medios de papel, lo que cuenta con el apoyo del presidente de la Corte Suprema”, dice Hernández. Muchas veces las personas afectadas por los remates logran ponerse al día y esa información estará disponible diariamente.
También tiene el apoyo del Poder Judicial, la estampilla electrónica que reemplaza a la de papel exigida para distintos certificados, como los títulos universitarios.
En la actualidad la dotación de la Tesorería es conformada por 2.069 funcionarios y prácticamente no ha habido despidos, sostiene la tesorera. En diciembre no se renovaron contratos a 14 funcionarios debido a necesidades del servicio. “Necesitamos contar con profesionales eficientes y comprometidos. Queremos atraer nuevos talentos y pensar en el recambio. Estamos haciendo los análisis para que en cada unidad la dotación sea la óptima, no solo en el número, sino integrando a nuevos profesionales y capacitándolos en forma permanente”, subraya.
Artículo de Lina Castañeda
Fuente: Economía y Negocios