Según informó en su sitio institucional, el Consejo del Banco Central de Chile acordó mantener la tasa de interés de política monetaria en 2,5%, lo que implica mantener la intensidad del impulso monetario. La decisión fue adoptada por la unanimidad de sus miembros.
En el ámbito internacional, el escenario relevante para la economía chilena sigue mejorando. En general, las economías desarrolladas continúan mostrando un buen desempeño y el crecimiento esperado para el 2018 ha aumentado en varias de ellas. La inflación, no obstante, sigue contenida en la mayoría de los casos. En este contexto, se ha mantenido la orientación de la política monetaria en estos países. En el mundo emergente, destaca la sorpresa positiva del PIB de China en el cuarto trimestre del 2017, aunque otros indicadores de actividad tuvieron resultados mixtos, coherente con el escenario de desaceleración gradual y rebalanceo sectorial previsto para esta economía. En América Latina, las noticias de actividad son de signo diverso, mientras que, con algunas excepciones, los indicadores de inflación han tendido a estabilizarse.
Las condiciones financieras externas permanecen favorables, combinándose una mayor debilidad del dólar a nivel global, aumentos de las tasas de largo plazo en el mundo desarrollado con reducidos índices de volatilidad y bajas en los premios por riesgo. Todo esto, en un contexto de mercados bursátiles al alza y crecientes flujos de capitales a economías emergentes. Los precios de las materias primas subieron respecto de la Reunión anterior, mayormente por noticias que apuntan a un mercado más estrecho. En el caso del cobre el precio se ubica en torno a US$3,2 la libra y, en el del petróleo, se sitúa entre US$65 y 70 el barril.
En el plano local, las condiciones financieras se mantienen favorables. A partir de la segunda quincena de diciembre, las tasas de largo plazo, la bolsa y el tipo de cambio mostraron una reversión relevante de las tendencias que se observaban al momento de la Reunión anterior, en respuesta a una combinación de factores internos y externos. Las tasas de interés de colocaciones persisten en niveles cercanos a sus mínimos históricos, mientras el crecimiento del crédito mantiene, en general, un dinamismo acotado, con un aumento algo mayor en los préstamos para la vivienda.
Los datos de actividad del cuarto trimestre del 2017 son algo mejores que lo previsto en el escenario base del IPoM de diciembre, con sorpresas importantes en sectores asociados a la inversión, la que ha mostrado un desempeño algo por sobre lo estimado. El consumo mantiene la tendencia de meses previos, con un mayor crecimiento de las ventas de bienes durables, en particular de automóviles, y un consumo de no durables que sigue con una expansión anual más acotada, pero algo mayor que la de los últimos meses. El crecimiento de la masa salarial, en torno a 3,5% anual, sigue apoyando esta expansión del consumo. Las exportaciones mineras e industriales cerraron el año con tasas de crecimiento importantes en valor y volumen, revirtiendo la tendencia de trimestres anteriores. El empleo asalariado ha aumentado su tasa de variación anual, explicado por el crecimiento del empleo público. La tasa de desempleo disminuyó respecto del registro previo, aunque se mantiene por sobre los niveles de hace un año. El crecimiento anual de los salarios nominales y reales no muestra mayores novedades y sigue en niveles en torno a 4,5 y 2,5%, respectivamente. En este contexto, las expectativas privadas de crecimiento aumentaron, lo mismo que los indicadores de confianza.
La inflación no ha mostrado grandes sorpresas y su nivel sigue en torno a 2% anual para la inflación total y subyacente —IPCSAE—. Su evolución sigue dando cuenta del impacto de la apreciación del peso durante los últimos meses, del bajo dinamismo de la actividad y del efecto de algunos shocks puntuales. La variación anual del IPCSAE de bienes se ubica en torno a 0% y la de servicios cerca de 3%. Respecto de los precios más volátiles, la variación anual de los precios de las frutas y verduras volvió a ser levemente positiva. Las expectativas de inflación tuvieron movimientos acotados. Mientras a corto plazo se han ajustado algo a la baja, a dos años plazo no muestran cambios respecto de lo observado en la Reunión anterior.
La decisión del Consejo consideró que los últimos datos son coherentes con el escenario base del IPoM de diciembre. Al mismo tiempo, se han reducido algunos de los riesgos allí identificados. En particular, las últimas cifras de actividad hacen más probable que la economía logre la tracción prevista, mientras que se mantienen condiciones financieras internas favorables. Así, aunque en los próximos meses la inflación será algo menor que lo previsto, principalmente por la evolución del tipo de cambio, las amenazas para su convergencia a 3% se han atenuado en el margen. En este contexto, el Consejo estima que la orientación general de la política monetaria delineada en el IPoM sigue siendo la adecuada. Esto es, un impulso monetario que se mantendrá en un nivel similar al actual, y que solo comenzará a retirarse una vez que se consolide el cierre de las holguras. De todos modos, el Consejo seguirá atento a señales de retraso en la convergencia de la inflación que pudieran justificar un impulso monetario adicional. Asimismo, reafirma su compromiso de conducir la política monetaria con flexibilidad, de manera que la inflación proyectada se ubique en 3% en el horizonte de dos años.
Fuente: Departamento de Estudios Transtecnia