Con un acuerdo que tendrá una duración de 36 meses, finalizó la negociación entre Antofagasta Minerals, brazo minero del grupo Luksic, y el sindicato de supervisores de Minera Centinela, siendo esta la primera negociación reglada de la minería tras la entrada en vigencia de la reforma laboral en abril.
El acuerdo también fue el primero para este sindicato, que el pasado 27 de mayo cumplió un año de existencia. “Se afinaron temas que nunca habíamos tenido, como bonos de producción, aguinaldos, asignación de escolaridad, cosas que no estaban dentro de nuestro vocabulario”, comentó su presidente, Celso Pardo.
Si bien la negociación cerró sin un reajuste para los trabajadores, Pardo estima que con todos los puntos acordados se puede tener “un crecimiento de 5% por cada trabajador”, de los 393 afiliados al sindicato. Respecto del bono de término de conflicto, Pardo prefirió no dar una cifra concreta, señalando que este se ubicaría “entre $5 millones y $8 millones”. Sin embargo, fuentes cercanas a la negociación señalaron que el bono pactado fue superior al de 2016 por los supervisores de Pelambre ($6,8 millones), y que superaría los $ 7 millones.
En tanto, el gerente de operaciones de Minera Centinela, Luis Sánchez, señaló que el éxito del proceso se basa en el ambiente generado entre los trabajadores y la empresa, “lo que refuerza nuestra convicción de que se puede trabajar juntos, sobre la base del diálogo y colaboración, para fortalecer a la organización en torno los objetivos que nos unen y que hacen sustentable nuestra compañía en el futuro”. En la actualidad, Antofagasta Minerals está en proceso de mediación con los trabajadores de Minera Zaldívar.
Falta de antecedentes
En cuanto a la reforma, Juan Carlos Guajardo, director ejecutivo de Plusmining, advierte que aún faltan antecedentes para conocer los efectos de la nueva ley laboral en las negociaciones colectivas de la minería. “Es una primera señal pero muy incipiente. Hay que esperar más negociaciones para tener una impresión del impacto de la reforma”, dijo.
Además destacó que las últimas negociaciones colectivas de Antofagasta Minerals siguieron el mismo camino que la de los supervisores de Centinela, alcanzando acuerdo en el período de mediación. “Estamos hablando de una negociación de un sindicato de supervisores, rol que ha tenido menos huelgas”, agregó.
Por su parte, el ex director del Trabajo , Marcelo Albornoz, coincide en la falta de antecedentes para emitir un juicio respecto a los efectos de la reforma. “Es muy poco tiempo para hacer una evaluación. En dos años podemos hacer una evaluación seria de la reforma”, señaló.
Sin embargo, advierte que la nueva legislación tendrá otro efecto sobre el sector minero. “Creo que en la minería, y al igual que en la mayoría de los grandes sectores productivos, lo que va a resentirse son las negociaciones no regladas, o anticipadas, que no tienen derecho a huelga”, dijo.
Artículo de Francisco González G.
Fuente: La Tercera