Los negocios informales en Chile representan una parte importante de la economía, con millones de personas que, día a día, trabajan arduamente para mantener a flote sus actividades. A pesar de los desafíos y limitaciones de operar fuera del marco formal, los informales poseen ventajas significativas sobre los startups o emprendedores que comienzan en el mundo formal. Estas ventajas se basan en tres pilares fundamentales: el trabajo duro, la habilidad para vender y la administración formal.
Si bien los informales suelen dominar los dos primeros pilares, el tercero—administrar de manera formal—es el desafío que deben superar para consolidar negocios sostenibles y competitivos.
1.- El trabajo duro: Una ventaja construida con esfuerzo
El trabajo duro es el primer pilar del éxito empresarial, y los informales lo dominan como pocos. A diferencia de muchos emprendedores que comienzan con capital inicial o apoyo externo, los informales han aprendido a construir sus negocios desde cero, enfrentándose a condiciones difíciles con perseverancia y sacrificio.
Resiliencia: Los informales trabajan en un entorno incierto y sin garantías, desarrollando una capacidad única para adaptarse rápidamente a los cambios y superar obstáculos.
Constancia: Mientras que los startups suelen depender de inversiones o subsidios, los informales saben que cada peso ganado es fruto de su esfuerzo diario, lo que les enseña disciplina financiera y constancia.
Esta experiencia práctica les da una ventaja significativa frente a los startups, que a menudo tardan años en desarrollar una ética laboral similar.
2.- Saber vender: La conexión directa con los clientes
El segundo pilar, la habilidad para vender, es otro aspecto en el que los informales destacan. Mientras que los startups invierten tiempo y recursos en desarrollar estrategias de marketing y captar clientes, los informales ya tienen un conocimiento profundo del mercado gracias a su interacción diaria con los consumidores.
Empatía y relación personal: Los informales entienden las necesidades, problemas y preferencias de sus clientes, lo que les permite ofrecer soluciones personalizadas. Este nivel de cercanía es difícil de replicar para los startups, que muchas veces dependen de herramientas digitales para comunicarse con sus mercados.
Base de clientes leales: A través de la interacción constante, los informales construyen relaciones de confianza que resultan en una base de clientes fieles. Los startups, en cambio, enfrentan un proceso más largo y costoso para lograr este nivel de lealtad.
Esta conexión directa con los clientes da a los informales una ventaja competitiva única, que puede ser potenciada al formalizar sus negocios.
3.- Administración formal: El pilar que falta.
El tercer pilar, aprender a administrar formalmente, es el paso que los informales deben dar para consolidar sus negocios. Aunque el trabajo duro y la habilidad para vender son fundamentales, la administración formal es lo que garantiza la sostenibilidad y el crecimiento a largo plazo.
Conocimientos básicos imprescindibles:
Entender cómo se calculan y pagan los impuestos, especialmente en el contexto de la nueva Ley de Cumplimiento Tributario, que convierte a la informalidad en una actividad ilícita.
Medir el resultado del negocio a través de conceptos como ingresos, costos, margen de utilidad y flujo de caja.
Gestionar las operaciones diarias, desde las compras hasta el control de inventarios, de manera organizada.