El balance general, también conocido como estado de situación financiera, es un informe contable que refleja detalladamente la situación financiera del ente económico, es decir, una relación precisa de lo que tiene frente a lo que debe en un momento específico. En ese sentido, se compone de:
● Activos (corrientes, fijos y otros activos).
● Pasivos (corrientes, a largo plazo y otros pasivos).
● Patrimonio (capital, utilidades retenidas, utilidades del período anterior y reserva legal).
Es uno de los estados financieros más importantes, pues te permite definir el nivel de solidez de la estructura económica de la empresa, valorar su riqueza, analizar la viabilidad de las inversiones, determinar necesidades de capital e informar la toma de decisiones estratégicas en general.
¿Cómo hacer el balance general?
Para desarrollar este informe, lo primero que debes hacer es contar con una contabilidad organizada con todas las cuentas de activos, pasivos y patrimonio. Luego, procedes a ejecutar los siguientes pasos:
1. Recopila la información de activos
Los activos son los bienes o derechos que posee un ente económico. En el desarrollo de este estado financiero debes enlistarlos con su respectivo valor, y clasificarlos en función de su grado de liquidez: