El Banco Central de Chile publicó el documento “Dinámicas y Determinantes de la Inflación en Chile”, que resume un conjunto de investigaciones propias y de otras entidades respecto del comportamiento histórico de la inflación en Chile, sus dinámicas de corto y mediano plazo, y el rol que cumple el marco de política monetaria en la determinación de las expectativas de inflación.
Este documento, que acompaña el Informe de Política Monetaria publicado el 9 de diciembre pasado, presenta un análisis y caracterización de este fenómeno, así como las dinámicas de precios en Chile desde una perspectiva empírica. Su relevancia radica en que el entendimiento de las dinámicas de la inflación es clave para comprender el manejo de la política monetaria, sus mecanismos de transmisión y su efectividad. En este sentido, la publicación tiene por objeto proponer un punto de vista analítico y motivar la discusión e investigación futuras.
Este documento, que forma parte de la agenda de investigación permanente del Banco, complementa los trabajos desarrollados en las separatas de Crecimiento Tendencial y de Mercado Laboral publicadas en 2017 y 2018, respectivamente. A través de ellas, el Banco Central ha puesto a disposición del público general antecedentes y análisis sobre temas relevantes que permiten entender mejor el funcionamiento de la economía, por una parte, y la conducción de la política monetaria, por otra.
Los principales mensajes del documento publicado con esta fecha son:
La inflación alta y volátil supone costos significativos para el crecimiento económico y el bienestar de la población, al introducir incertidumbre, reducir la eficiencia y la inversión, y ser regresiva. En el largo plazo, la evolución de la inflación depende críticamente de la política monetaria, por lo que uno de los principales aportes del Banco Central a la sociedad es mantener una inflación baja y estable.
Un factor importante para explicar las causas de una alta inflación en buena parte del siglo XX en Chile, fue la subordinación de la política monetaria a objetivos de financiamiento fiscal. Bajo el actual esquema de políticas macroeconómicas vigente en Chile, que considera un Banco Central con un objetivo explícito de estabilidad de precios y la existencia de un marco de responsabilidad fiscal, ha sido clave para mantenerla baja y estable en los últimos 20 años.
La existencia de rigideces en el ajuste de precios, documentada con evidencia de precios a nivel micro, justifica el uso de la Curva de Phillips como una herramienta valiosa y vigente para el análisis y proyección de la inflación en el corto plazo.
Las dinámicas de inflación de corto y mediano plazo en Chile, están influenciadas de forma importante por lo que ocurra con el sector externo.
El coeficiente de traspaso del tipo de cambio nominal a inflación en Chile es relativamente pequeño en la comparación internacional, reflejando la credibilidad que tiene el marco de política monetaria vigente. Esto ha facilitado el ajuste de precios relativos en respuesta a shocks externos, y ha sido fundamental para la implementación de una política contra cíclica.
Desde una mirada de más largo plazo, los factores externos, asociados a cambios en la estructura de comercio internacional, también han influenciado los precios relativos. En este sentido, la caída en el precio de los bienes, asociado al precio de los servicios, en Chile, es un patrón que se ha replicado a nivel internacional en las últimas dos décadas.
Las expectativas de inflación juegan un papel central en la conducción de la política monetaria, tanto por su efecto directo en ella, como por la importancia del anclaje de las expectativas a la meta definida por el Banco Central.
En años recientes, se ha avanzado de manera importante en la comprensión del proceso de formación de las expectativas de inflación. Una de las lecciones más relevantes es el rol que juega la comunicación de los bancos centrales para ayudar a los agentes a tener un mejor entendimiento de la conducción de la política monetaria, haciéndolas más precisas y menos dispersas.
La consistencia entre mensajes, acciones y objetivos, así como contar con un marco creíble de políticas macroeconómicas, han facilitado el anclaje de las expectativas de inflación en Chile, las cuales han permanecido alineadas con la meta de inflación de 3%, en el horizonte de política, durante la mayor parte de las últimas dos décadas.