¿Qué estarías dispuesto a hacer para mantener tu empleo? Esa fue la pregunta que se hizo a más de 800 personas entre 18 y 65 años en la edición del segundo semestre 2020 del Workmonitor, estudio de tendencias de Randstad. Si bien la mayoría se inclinó por aceptar una reasignación interna dentro de su actual compañía, con 32%; un 19% afirmó que accedería a incrementar la duración de su jornada laboral sin un aumento salarial.
Desde la consultora de RR.HH. señalan que no deja de llamar la atención que exista una alta preferencia por trabajar más horas sin compensación en dinero, a pesar de que en Chile la jornada laboral sea una de las más extensas de los países que componen la OCDE. “Esto nos habla de los sacrificios que la gente está dispuesta a hacer con el objetivo de mantener su empleo en medio de un contexto muy complejo, sobre todo para algunas industrias”.
Por otro lado, ejecutivos de Randstad explican que sin duda la reubicación interna viene a ser la mejor alternativa en un escenario como este, principalmente porque no implica trabajar más horas sin recibir una retribución económica por ello y porque tampoco es una opción que involucre una baja salarial, que es lo más relevante en este momento, considerando que todos debemos seguir cumpliendo con compromisos financieros sin el ánimo de endeudarnos.
Así, como muchas empresas se han visto obligadas a despedir gente, ya sea por la paralización completa o parcial de su actividad, quienes se quedan prefieren ser parte de la reestructuración interna que se da luego de una reducción en la dotación de una compañía, ya que si bien hay posiciones que dejan de ser imprescindibles, hay funciones que deben seguir haciéndose.
De esta forma, una persona puede pasar a asumir, aparte de sus responsabilidades, las de un puesto que no va a ser cubierto por otro profesional, o a desempeñar tareas completamente nuevas.
Asimismo, y con el fin de conservar la fuente de generación de ingresos, los trabajadores también estarían dispuestos a reducir las horas laborales con una baja en la remuneración o pactar despidos/ausencias estacionales, con 14%; disminuir el salario manteniendo las condiciones actuales, con 13%; establecer contratos temporales, con 12%; y percibir menos beneficios, con 10%.
Modelos de trabajo predilectos
Por otro lado, el sondeo reveló que 47% de los encuestados en Chile prefiere un modelo de trabajo híbrido, es decir, una combinación entre jornada remota y presencial, lo que se empina por sobre el promedio mundial, que llega a 35%; mientras que a nivel Latinoamericano Chile solo es superado por México, con 50%.
Esto va en línea con los planes que tienen las organizaciones, debido a que de acuerdo a un estudio desarrollado por Randstad en diciembre de 2020, del 72% de las organizaciones que mantendrá el home office, 55% piensa hacerlo en un formato mixto.
Bastante más atrás se posiciona la preferencia por el teletrabajo a tiempo completo, con 19%; seguida por tener flexibilidad horaria, con 17%; mientras que asistir siempre en la oficina (6%), hacerlo desde casa “como yo decida” (6%) y cumplir con las labores desde cualquier lugar (5%), se ubican en la parte baja del ranking.
Y es que ya es un hecho que los nuevos entornos laborales serán híbridos, sin embargo, ahora la discusión debe ser cómo mantener el compromiso y la motivación de todos los colaboradores. A pesar de que la distancia no debería ser un factor que perjudique la identificación de los individuos con la cultura corporativa y los valores de la empresa, podría resentirla en algún nivel, razón por la cual es fundamental que las compañías pongan atención en este punto, tanto para empleados temporales como permanentes.
Lo anterior es especialmente relevante tomando en cuenta que, según la investigación, 52% sostiene que los empleadores tendrán dificultades para encontrar talento calificado después de la pandemia, es decir, será escaso el personal adecuado para realizar las funciones clave del negocio, lo que podría incrementar los costos de operación. Cómo reducir costos laborales a través de servicios de recursos humanos.
“Esto solo podrá mitigarse en la medida de que las firmas sepan “leer” los nuevos intereses y motivaciones de la gente y sean capaces de adaptarse a la reconfiguración del mercado laboral con el fin de captar y retener a los mejores”.