Se trató del mejor registro histórico, luego de un 2020 golpeado con mayor agudeza por la pandemia -contracción de 6%- y las respectivos restricciones sanitarias.
El crecimiento del año pasado -explicó el instituto emisor- fue reflejo de la “apertura gradual de la economía y de una mayor adaptación de los hogares y empresas al contexto sanitario y su evolución durante el año”.
Adicionalmente, se observó un aumento en la demanda interna explicado en parte por las “medidas económicas de apoyo a los hogares y empresas; y a los retiros parciales de los fondos previsionales”.
Con un día hábil menos que el año 2020, el efecto calendario fue de -0,1 puntos porcentuales, dijo el Banco en su informe.
Demanda externa de litio
A nivel de actividades, destacaron los servicios personales y el comercio. En tanto, la minería fue el único sector que exhibió una contracción en el período.
La actividad minera, sostuvo el Banco Central, presentó una caída de 0,6%, explicada por la menor extracción de cobre.
En contraste, se registró un aumento en la producción de minerales no metálicos y hierro, compensando parcialmente lo anterior. En términos desestacionalizados, la actividad exhibió una aceleración en el último trimestre.
Respecto del aumento en la producción de minerales no metálicos destacó por su incidencia y dinamismo el litio, asociado a una mayor demanda externa.
Por último, el crecimiento en la extracción de hierro obedeció a una baja base de comparación, producto de reparaciones acontecidas en la primera mitad del 2020.