
El valor de la creatividad en el éxito empresarial
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Hay tres factores que juegan un papel fundamental en el desarrollo de cualquier empresa: la misión y visión, y los valores corporativos. Si la misión define nuestra labor en el mercado y la visión de una empresa las metas que pretendemos alcanzar, ¿Cuáles son entonces los valores de una empresa?
Definimos los valores corporativos como las costumbres, actuaciones, pensamientos, comportamientos y conceptos que una empresa asume dentro de la cadena de valor de la misma para diferenciarse de la competencia y así alcanzar una ventaja competitiva.
Los valores son principios que marcan la cultura de la empresa, determinan su “personalidad” y la forma de hacer las cosas. La gestión empresarial basada en valores es una manera de actuar bajo un prisma ético que demuestra que existe otra forma de dirigir, actuar y convivir dentro de las organizaciones.
Los valores una empresa: el ADN de la organización
Valores corporativos, reputación e identidad corporativa son tres elementos íntimamente entrelazados. Al fin y al cabo la identidad es lo que hace única a una marca, es el cimiento sobre el que los valores corporativos levantarán toda la organización con unos elementos de diferenciación que la hagan única.
Hoy cualquier producto se puede copiar, pero el quién eres es lo que te diferencia del resto. Tu visión, tus valores y tu imagen son las claves de una buena imagen de marca. De hecho, los valores son el motor que pone en marcha toda la cultura de la empresa y la identidad de cualquier compañía. Los principios corporativos son valores que llegan a formar parte del ADN de la empresa y que se reflejan en los comportamientos de todos sus colaboradores.
Sin embargo, no basta solo con desear establecer ciertos principios, se precisa de compromiso y estrategia. Para ello, deben identificarse estos valores de la manera más simple, y luego diseñar un programa que nos permita ver cómo se reflejan estos valores en la cultura organizacional.
Ese sistema de creencias interno debe movilizar a los trabajadores en la dirección adecuada, crear un buen clima laboral y despertar la confianza de los ciudadanos y consumidores a través de la responsabilidad social.
Lo que jamás debemos olvidar es que los valores entran en las compañías ligados a las personas. Por sí misma, una organización no tiene valores. Son las personas que la conforman quienes los hacen presentes en la misma, de ahí la importancia de vincular el “día a día” de una empresa a sus valores.
Los trabajadores, los directivos y todas las personas que integran una compañía, son los encargados de demostrar los valores como una forma de ser y de actuar, y deben estar presentes cada vez que nos relacionemos con compañeros, clientes, stakeholders o proveedores.
9 características que los valores corporativos deben poseer para ser eficaces y factibles:
Definibles.
Significativos estratégicamente.
Escogidos de manera participativa.
Que sean significativos para los trabajadores.
Bien comunicados.
Percibidos como algo por lo que merece la pena comprometerse.
Coherentes.
Periódicamente cuestionados y reformulados.
Evaluados y medibles
4 pasos para definir los valores corporativos:
No hay recetas mágicas a la hora de elegirlos y definirlos, no hay esquemas infalibles ni fórmulas magistrales. Sin embargo, numerosos expertos recomiendan recurrir a un proceso similar al siguiente:
– Reunión con el equipo directivo y el siguiente nivel jerárquico. Empleando técnicas de storytelling sobre experiencias de trabajo en la empresa, técnicas de feedback y participativas, han de lograr discernir los valores vividos ya en su realidad empresarial, concretados en acciones y comportamientos.
– Reunión con el resto del personal que lo desee para ver esa lista inicial y ordenarla desde los que más-menos viven en su día a día laboral, a los que más-menos desean vivir en su trabajo cotidiano.
– Valoradas esas listas priorizadas, el equipo directivo ha de elegir los valores iniciales e iniciar un proceso de monitorización.
– Comunicación a los colaboradores del resultado del trabajo y de su aplicación práctica.
– Los valores bien definidos, y por consiguiente, la gestión de ellos en el mundo de la empresa demuestran quiénes somos como organización y que es posible actuar de acuerdo a principios éticos y profesionales.
Los valores también orientan, no sólo en la conducta de las personas sino también en la toma de decisiones. Actuaciones y conductas que terminan generando el carácter corporativo y que prueban su consistencia en los momentos difíciles o de incertidumbre.
Fuente: Randstad Chile
de contabilidad, temas laborales, educación, tributarios e innovación

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