A principios del año pasado, cuando Mercer dio a conocer el informe Global Talent Trends 2020 respecto al futuro del trabajo, uno de los puntos destacados fue la empatía de una organización hacia las múltiples partes interesadas, tanto externas como internas. Y los empleados fueron los grandes protagonistas en las tendencias.
En ese estudio, se precisó que “los empleados prósperos tienen el doble de posibilidades de trabajar para una organización que equilibre eficazmente la inteligencia emocional y el coeficiente intelectual en la toma de decisiones”, por lo que tomar atención a las alertas respecto a la salud mental de los empleados es esencial.
Señales de riesgo en la salud mental de colaboradores
– Carga laboral excesiva o insuficiente y una alta presión por cumplir plazos
– Horarios extensos e impredecibles y falta de flexibilidad horaria
– Falta de autonomía y participación en torno al área de trabajo, y falta de comunicación con los compañeros
– Malas condiciones para realizar un buen trabajo, con falta de implementos, espacio, etc.
– No conocer bien las funciones a realizar terminan confundiendo al empleado y lo dirigen a sentirse inútil
– Ambiente de conflicto constante en el trabajo
La lista, sin embargo, es aún más extensa, y todo ello repercute directamente a nivel físico, cognitivo, emocional y conductual. No obstante, lo importante es tomar atención a estas situaciones para evitar llegar a eso. Ese es el por qué la revista Forbes publicó a finales de diciembre de 2020 que una de las metas esenciales para el 2021 es preocuparse por el bienestar de los empleados.
Cuando los trabajadores notan un compromiso por parte de su organización respecto a su bienestar, ellos pueden ser hasta cuatro veces más productivos, aumentando su rendimiento.