La noticia económica de la semana fue la decisión unánime del Consejo del Banco Central de subir la tasa al 0,75 %, tras un año y medio en mínimos históricos de 0,5%.

La determinación era esperada por el mercado, y es interpretada como el inicio de una tendencia que irá al alza en los próximos meses, con nuevos incrementos que se aplicarán en forma gradual.

“Nuestra expectativa en el último “Panorama Económico” era una subida de tasa por parte del Banco Central este mes, es decir que nuestro pronóstico fue acertado. Adicionalmente, nuestra proyección es que va a haber una subida de un cuarto de punto porcentual en cada una de las reuniones que quedan en el año, de forma tal que esperamos que la tasa de política monetaria cierre el año en 1,5%”, explicó Alejandro Puente, economista y académico de la Escuela Ingeniería Comercial, Universidad Santo Tomás, uno de los autores del informe.

De este modo, se espera que el instituto emisor repita aumentos de igual magnitud en las reuniones de agosto, octubre y diciembre, como parte del retiro gradual del estímulo en medio de las mejores perspectivas económicas que anota el país.

Recuperación económica

De hecho, de acuerdo al Panorama económico elaborado por el Centro Cimon de la Universidad Santo Tomás, se estima un crecimiento anual del IMACEC de mayo de 16,5%, nuevamente por arriba de la proyección del mercado, tomando en cuenta que la Encuesta de Expectativas Económicas (EEE), arroja una mediana de 15,2%.

“Lo más relevante para explicar esta estimación es la muy baja base de comparación de mayo 2020, la notable adaptación de los sectores a las restricciones sanitarias, los estímulos a la demanda y la presencia de un día hábil más en el mes”, señala el informe preparado por Alejandro Puente y Sebastián Egaña, profesores de la Facultad de Economía y Negocios de la UST, y por su decano Enrique Paris.

Para junio, mes en que se repiten los mismos factores de mayo, salvo el efecto calendario, se proyecta un crecimiento anual de 14,5%. Mientras que para julio se estima un crecimiento de 12,1%, considerando la baja base de comparación, aunque algo menor al segundo trimestre, habrá un día hábil menos que en 2020. Con esto, la proyección de crecimiento anual del PIB para el segundo trimestre 2021 es de 15% y para el primer semestre 7,7%.

Respecto a los meses venideros, hay que tomar en cuenta factores clave, advierten. “La proyección supone que en el tercer trimestre volveremos a tener un crecimiento anual de dos dígitos, que se reduce en torno a 6% en el último trimestre del año. También, nuestra proyección asume que no se da otra ola de contagios y que el proceso constitucional y político es exitoso en el sentido que logrará canalizar las demandas sociales de manera pacífica y reducir la incertidumbre que ha marcado el período”, señalan.

Y para 2021, el “Panorama Económico” corrige al alza su proyección desde un rango de 6,5% a 7,5%, a uno entre 7,5% y 8,5%. “Los factores que explican esta corrección son los mismos que hizo el Banco Central en su IPoM de junio. Sin embargo, aunque la media de nuestra proyección es un punto porcentual más alta que la mediana de la expectativa de la EEE, nuestro techo coincide con el piso de la proyección del Banco Central”, añade el documento.

El punto débil es el mercado laboral. “A pesar del fuerte crecimiento del IMACEC en los últimos dos meses, y el crecimiento también rápido que pronosticamos para los próximos tres, no proyectamos una baja significativa en la tasa de desempleo, ya que por un lado la dinámica anual de la actividad se explica principalmente por una baja base de comparación, y por otro lado no ha estado acompañada de una expansión de la actividad en el margen”, añade el documento.

Estimaciones de inflación

En materia de inflación, el informe proyecta un 0,3%, en línea con lo estimado por las encuestas del Banco Central (Expectativa Económicas y de Operadores Financieros). Para los meses de julio y agosto, se estima una inflación de 0,3% en cada mes, una décima por arriba del mercado. En tanto, la proyección de inflación anual al cierre del año, es ajustada al alza, de 3,6% a 4,0%.

“Este ajuste se explica por el crecimiento en torno a 8% que proyectamos para el año, que determina un cierre de la brecha del producto más rápida de lo anticipado previamente. Sin embargo, nuestra proyección se encuentra casi en el centro de la expectativa del mercado, 3,5% para la EEE, y la del Banco Central, 4,4%”, precisan.

Efecto tasa

En cuanto a los efectos concretos de la decisión del BC de aumentar la tasa, Puente anticipa que “probablemente no va a tener un efecto muy significativo en las tasas de interés comerciales ni para vivienda o crédito de consumo, esencialmente porque ya estaba descontado por el mercado. De todas maneras las condiciones financieras siguen siendo muy favorables en comparaciones históricas y por lo tanto, seguiremos teniendo relativamente tasas bajas para los distintos créditos, incluso con las tres o cuatro subidas adicionales que muy seguramente tendremos este año”.

Lo clave es que el ajuste ya estaba internalizado en el mercado. “De hecho, ya en el IPOM de junio, el Banco Central anunció que iba a comenzar el proceso de alzas porque las condiciones ya no requerían un estímulo monetario tan fuerte como el que teníamos, producto de que la economía ya está creciendo con fuerza, recuperando su nivel de producción previo a la pandemia, y esto está ya generando algunas presiones inflacionarias que se agregan a los retiros previsionales y apoyos fiscales para hacer frente a la pandemia, que también tienen potenciales efectos inflacionarios”, finaliza el académico.

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